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J. M. ALONSO
Domingo, 20 de noviembre 2011, 03:21
David se comió a Goliat. El Barakaldo, totalmente vizcaíno por las lesiones de sus dos jugadores de otras provincias, se impuso con claridad al Frigoríficos Morrazo Cangas, un recién descendido de la Asobal que conserva la plantilla del pasado curso y llegaba como favorito. El espíritu de Lasesarre volvió a cobrar vida para guiar a los hombres de Txanpi Rivero hacia una victoria sobresaliente, la quinta consecutiva en casa.
Sólo en los cinco primeros minutos asustaron los gallegos, pero ayer era el día para encumbrar a un hombre. Su trayectoria va a más y el portero Urretxa se ganó el respeto de aficionados y rivales. Su actuación rozó la perfección y fue el principal argumento para sacar del partido a los visitantes, que nada pudieron hacer en Lasesarre.
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