Asesina a tiros a una mujer embarazada en una iglesia de Madrid y luego se suicida

A última hora de la tarde, cuando el párroco se cambiaba de ropa para oficiar la misa de ocho, cerca de medio centenar de personas estaban en el interior de la parroquia de Nuestra Señora del Pinar, en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. Un hombre que llevaba la cabeza cubierta con una gorra entró en el templo, llegó a los bancos de la parte trasera y, tras sacar un arma de una funda de pádel, según un testigo, le descerrajó un tiro en la cabeza a una mujer. La víctima estaba embarazada y salía de cuentas esta misma semana. A su lado estaba su madre, que sufrió un ataque de nervios.

En medio del caos, el criminal avanzó entre los bancos y tras un forcejeo disparó de nuevo, hiriendo de gravedad en el pecho a otra mujer de 52 años. Al parecer, uno de los presentes intentó sin éxito desarmar al homicida, de 36 años, que finalmente se arrodilló ante el altar, se metió el cañón del arma en la boca y apretó el gatillo. Murió al instante.

Los fieles asistieron aterrorizados a la escena. Muchos emprendieron la huida hacia la puerta, otros se escondieron en los confesionarios, y el 112 empezó a recibir llamadas avisando de lo ocurrido. Cuando llegaron los servicios de Emergencia del Ayuntamiento de la capital y de la Comunidad de Madrid (Samur y Summa) se encontraron con la embarazada, de 34 años, en parada cardiorrespiratoria. Tras intentar salvar su vida infructuosamente durante media hora, optaron por practicarle una cesárea con la esperanza de, al menos, salvar la vida al bebé. Pese a que en un principio su corazón no latía, consiguieron reanimarle y el pequeño fue trasladado en una UVI móvil hasta el hospital de La Paz.

Crimen planificado

La otra víctima, una mujer de unos 52 años de edad, tiene una herida de bala en el tórax y fue trasladada en estado grave, pero consciente, al mismo centro sanitario que el pequeño. Algunos testigos explicaron que el agresor no le disparó directamente, sino que le rebotó una bala.

Mientras se evacuaba a las víctimas, psicólogos del Samur-Protección Civil atendían a los familiares y a los feligreses que se encontraban en el interior de la parroquia cuando se produjo el tiroteo. También el marido de la fallecida tuvo que recibir asistencia tras sufrir una crisis. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía se hicieron cargo del caso y no descartan ninguna hipótesis. «A esta hora no existe constancia de ningún tipo de relación entre los tres (el suicida y sus víctimas)», aseguró un portavoz de la Jefatura de Madrid en relación con la posibilidad de que se tratara de un nuevo caso de violencia de género. Todos los implicados eran de nacionalidad española y, las dos mujeres, muy conocidas en la zona.

Según varios testigos , el agresor había estado merodeando por las inmediaciones un rato antes de que comenzase la ceremonia religiosa. Incluso había preguntado en un bar próximo por el horario de misas poco antes de perpetrar el crimen.