

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
MAIKA SALGUERO
Miércoles, 21 de septiembre 2011, 04:35
Los vecinos de Busturialdea vuelven a tener problemas en el suministro de las bombonas de gas butano y propano. Llevan más de dos semanas sin recibir un servicio en condiciones, situación similar a la que sufrieron el pasado mes de diciembre.
Por aquel entonces, desde Comercial Ume -compañía contratada por Repsol para repartir el producto en las comarcas de Durangaldea, Lea Artibai, Busturialdea y parte de Bilbao- aseguraban que la demanda «se había duplicado y los usuarios carecían de reservas». Pero para muchos usuarios, la verdadera razón de este desabastecimiento fueron «los problemas económicos» que arrastraba la compañía.
Nueve meses más tarde, la situación se repite. En esta ocasión, la sociedad Ume ha cerrado a cal y canto su planta de Murueta y el proveedor de Iurreta no atiende al teléfono. Mientras, los vecinos se han cansado de depositar sus bombonas vacías junto a sus casas porque nadie viene a reponerlas.
El único establecimiento que les presta el servicio en la zona es la gasolinera de Mundaka. En este local, los encargados, conscientes de la fuerte demanda, compran un camión de combustible procedente de Maruri para repartirlo entre sus clientes. «Se han acostumbrado a repostar, comprar el pan y adquirir el butano. Traemos todos los días setenta botellas y nos las quitan de las manos. Vienen hasta de Elantxobe. El día que falte aquí será la guerra», aseguraron.
Repsol no tiene constancia
Desde Repsol, firma que debe garantizar este servicio público, aseguran que no tienen constancia de «reclamación oficial» alguna sobre las deficiencias del suministro en esta zona. Sin embargo, los vecinos de Busturialdea que aún utilizan este tipo de energía han mostrado sus quejas a la suministradora.
La falta de gas afecta sobre todo a domicilios particulares y a caseríos dispersos. En la mañana de ayer, algunos usuarios esperaban al camión que realizaba su reparto en la gasolinera de Mundaka. «Tengo que asegurarme una bombona porque tengo al padre mayor y no lo puedo dejar sin agua caliente», advierte un bermeotarra.
Otra vecina de Busturia que se encuentra impedida por una reciente operación de rodilla no tiene más remedio que recurrir a sus hijas y conocidos para que le lleven a casa un recambio. «Vivo en la tercera planta sin ascensor y no puedo cargar con una bombona. Algún día vamos a tener algún percance en el coche cuando transportamos un recipiente», denunció. Si la situación no se soluciona, la llegada del frío agravará aún más los problemas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El humilde y olvidado Barrio España: «Somos como un pueblecito dentro de Valladolid»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.