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El sadismo de Herr Marko
Fórmula 1

El sadismo de Herr Marko

Con el viento a favor, el ideólogo de Red Bull pega duro en sus declaraciones

JOSÉ CARLOS CARABIAS

Martes, 13 de septiembre 2011, 12:08

Sopla el viento a favor de Red Bull y en la fuerza del movimiento ha impulsado una crueldad refinada. Algo parecido al sadismo se manifestó ayer en las palabras del ideólogo de la escudería, Hemult Marko. Un personaje de aspecto siniestro que hace y deshace a su antojo en Red Bull. No tiene cargo, pero es el patrón. Consejero de confianza del propietario de la marca de bebidas energéticas, Dietricht Mateschitz, desayunó ayer con apetito. Y después del éxito en Monza que pone el Mundial de F-1 en las manos de Vettel, sacó el látigo.

«La prensa italiana y británica predecían un Waterloo de Red Bull en Monza. La victoria debe haber sido una bofetada en la cara para todos. Lo que vimos tuvo todos los ingredientes para desmoralizar a nuestros adversarios. Y eso está bien», dijo en la página oficial de la Fórmula 1.

Marko adiestra una escuela de marines en Fuschel (Austria), aspirantes a pilotos que deben superar presiones psicológicas extremas. Así lo admite el doctor Pansold, quien sostiene el programa bajo un lema: el que resiste, gana. «Pocos patrocinadores y equipos prestan atención al componente psicológico para realizar una evaluación integral del deportista. Red Bull entiende que sus atletas deben tener un elevado nivel de resistencia al estrés». Más de 140 pilotos han pasado por Fuschel y sólo cuatro han logrado su objetivo: Vettel, Alguersuari, Buemi y Speed.

Herr Marko citó a Alonso como diana de sus palabras. «Sebastian salió con marchas cortas y sabíamos que la configuración de Ferrari era de marchas largas. Era difícil estar delante en la primera curva. Sabíamos que McLaren tenía unos reglajes similares a los nuestros y no serían problema. Por eso Sebastian realizó ese grandioso ataque a Alonso. Tenía que adelantarle cuanto antes porque no hubiera funcionado nuestra estrategia. Movió cielo y tierra para pasarle. Y wow, ¡Qué adelantamiento hizo! Uno de los mejores de su carrera».

¿No era mejor salvar los puntos que atacar a Alonso?, se le pregunta. «No, esa no es nuestra mentalidad -contesta tajante-. Y probablemente fue bueno para mostrar a Alonso por dónde sopla el viento».

En su uso y disfrute con el retorcimiento del placer, Marko fue más allá. Vettel puede ser campeón en la próxima carrera, pero eso no satisface al ideólogo: «Singapur o Japón estaría bien, pero prefiero Corea. Allí tuvimos un desastroso fin de semana el año pasado y sería la compensación».

Mientras tanto, en Red Bull ya se están cerrando los preparativos para celebrar en quince días el campeonato del mundo de un piloto que ha pasado de 'niño prodigio', cuando venció en 2008 con un Toro Rosso, a convertirse en el nuevo 'hombre récord' de la categoría reina.

Acumula registros

El piloto alemán aún no alcanza las estratosféricas marcas de su compatriota Michael Schumacher, séptuple campeón del mundo y vencedor en 91 ocasiones, pero nadie en toda la historia iguala las cifras que presenta a su edad. Vettel, que el pasado 3 de julio festejó su vigésimo cuarto cumpleaños, no pudo contener las lágrimas sobre el podio de Monza, al no soportar en el cajón de honor de la catedral de la velocidad la enorme carga emocional que provoca escribir tan joven la historia de la Fórmula Uno.

Nacido en Heppenheim, muy cerca de Hockenheim -el circuito que alberga habitualmente el GP de Alemania-, Vettel, que firmó la decimoctava victoria de su carrera, un día después de su vigésima quinta 'pole', batirá en breve el último récord de juventud que aún detenta el español Fernando Alonso , que no pudo repetir su victoria del año pasado en Monza y se tuvo que conformar con acompañar en el cajón al 'pequeño Kaiser' de la F1.

Alonso mantiene aún una plusmarca que está a punto de ceder al germano: la de haber sido, a los 25 años, el más joven en repetir triunfo en un Mundial, cuando revalidó, en 2006, el título logrado un año antes, asimismo en Sao Paulo (Brasil). Al ganar su primer Mundial, Fernando Alonso batió el récord de precocidad que desde 1972 poseía el brasileño Emerson Fittipaldi.

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