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V. DUCRÓS
Viernes, 2 de septiembre 2011, 04:28
El miércoles por la noche llegaba a Logroño Enrique González Casín, Quique, de Valladolid. Acompañado por sus padres, por la mañana acudía a las instalaciones de Albelda. La plantilla -que el miércoles jugó la primera eliminatoria de la Copa del Rey, eliminando al Palencia (1-3)- tenía descanso, pero Quique, junto a Sergio Rodríguez y Jano, estuvo haciendo algo de carrera continua. «Yo me he estado entrenando con normalidad en el Valladolid. Físicamente llego bien. El resto se verá con el tema de los partidos. Necesito ir cogiendo minutos», dijo.
Minutos es lo que andaba buscando el delantero centro vallisoletano, que no entraba en los planes de Djukic para la temporada 2011-2012. Su primera opción fue buscar equipos de Segunda, sin embargo, al no encontrar acomodo se decantó por el UD Logroñés. «Vi qué equipos punteros había en Segunda división B y uno de ellos era el UD Logroñés. Es uno de los clubes que ha apostado fuerte y creo que ha hecho un gran proyecto y ha configurado una gran plantilla».
Quique lo tiene bien claro. «Vengo a trabajar al máximo y a crecer como jugador. En Valladolid, dadas las circunstancias, el entrenador no me iba a dar minutos y por mi edad debo jugar para crecer como futbolista». El delantero, formado en las categorías inferiores del club blanquivioleta, tiene experiencia en Segunda división; además, en las temporadas 2007-2009 alternó su presencia tanto en el Valladolid B (Segunda B) como en el primer equipo, que entonces militaba en Primera división; asimismo, ha sido internacional con las selecciones sub'19 y sub'20. «Con el paso de los días me iré integrando más en el club. Todos pueden estar convencidos de que voy a aportar lo mejor de mí y voy a ayudar al UD Logroñés a ascender».
Mejor con competencia
El club riojano ha esperado hasta los dos últimos días para cerrar dos de los puestos en donde había visto necesidad de reforzar. El primero, en la zaga, en el puesto de central. Una posición que ocupa Rui y para el que se ha fichado también a Jano. Pero lo que andaban buscando tanto el entrenador, Nacho Martín, como José Ignacio Sáenz, director deportivo del UDL, era un hombre arriba, un delantero con buen olfato para acabar con los fantasmas de la temporada pasada, donde el equipo sufrió al final una sequía goleadora.
Para ello se ha conseguido la cesión de Quique. «Está claro que a un delantero lo que se le piden son goles, pero cuantas más cosas aporte mejor». El vallisoletano sabe que en su puesto hay una gran competencia -Alejandro, Cervero y Osado-. «Mis compañeros tienen mucho nivel, pero cuanta más competencia mejor. Eso ayuda al equipo».
El Valladolid ha cedido al canterano para que siga progresando deportivamente y lo hará en Logroño durante una temporada. «Es uno de los jugadores con más proyección dentro del fútbol español», reiteraba Ángel Martínez Lledó, directivo del club riojano, que indicaba que Quique «es un jugador habilidoso, rápido y que estoy convencido de que apuntalará la parte de arriba».
Una definición de la que no dista el propio jugador. «Yo soy delantero, así que cuantos más goles marque, mejor. Soy un delantero rápido, con bastante movilidad, técnico y muy trabajador, sobre todo, eso y la actitud, que es lo que pide el entrenador y que es lo que mejor puedo aportar».
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