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M. B.
Domingo, 21 de agosto 2011, 04:35
El periplo a través de las tierras bañadas por el Mare Nostrum dio al protagonista de esta historia la oportunidad de mantener diversos contactos con colegas del 'Urban Sketchers', movimiento integrado por dibujantes de todo el mundo que se reúnen para capturar 'in situ' lo que observan, y al que Javier de Blas pertenece desde hace algo más de dos años.
Los 'sketchers' dibujan 'in situ', a cubierto o al aire libre, capturando directamente lo que observan. Sus dibujos cuentan la historia de su entorno, de los lugares donde viven y donde viajan. Al dibujar, documentan un lugar y un momento determinado. Son fieles a las escenas que presencian. Celebran la diversidad de estilos de dibujo y utilizan cualquier tipo de herramientas y soporte. Se ayudan mutuamente y dibujan en grupo. Comparten sus dibujos en Internet y muestran el mundo, dibujo a dibujo.
«En Barcelona», explica Javier, «contacté con algunos de ellos, que me invitaron a pintar el desnudo en una academia y un ensayo de los populares castellers». Y la cita a la que acudió en San Sebastián a primeros de abril, aprovechando un intermedio del viaje, respondía a una de las reuniones que se convocan cada dos o tres meses, y en diferentes lugares, para colgar después todos los trabajos en una misma página.
«Tras aterrizar en Zaragoza, ya de regreso a casa, me desvié a Teruel para unirme a otra reunión de dibujantes en cuadernos», un puente entre el intenso viaje y el regreso al hogar. Aunque no parece que el artista pueda permanecer mucho tiempo en el mismo sitio, porque seguidamente se desplazó a Lisboa para participar en el simposio de Urban Sketchers en Lisboa, a finales del mes de julio, «lo que me hace sentir como un ejecutivo del dibujo, de aquí para allá con la maleta».
«Un poco investigador»
El viaje de Javier de Blas guarda ese espíritu 'sketcher', recogiendo en sus cuadernos lo que captaba en el entorno, ya fueran paisajes, edificios, rostros o figuras: «Estás siempre atento y te sientes un poco investigador. En un museo de Roma dibujé una vista parcial de un guerrero desnudo que luego vi en el Parthenon: era una copia romana y me pareció muy emocionante el hecho de encontrar esa coincidencia».
De Blas asegura no haberse sentido solo: «Soy bastante sociable y el inglés te mantiene comunicado con prácticamente todo el mundo. Trataba de alojarme en habitaciones compartidas de albergues, lo que me obligaba a entablar diálogos con gente diversa. No tengo problemas de sueño y la experiencia es muy interesante», afirma. «En una ocasión, tras llevar un rato conversando en inglés con un chico, le pregunté: '¿Where are you from?', y me contestó: 'I'm from Madrid'».
Sin palabras.
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