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A. ORMAETXEA
Martes, 9 de agosto 2011, 04:34
Se acabó el plazo y el milagro no se ha producido. Tras la negativa de la Diputación Foral de Gipuzkoa a conceder una ayuda extraordinaria al Arrate, la Junta Gestora se había dejado algunos días para el análisis de la situación y la búsqueda de un complicadísimo salvavidas que, lamentablemente, no ha encontrado.
Así que hoy, o a lo sumo mañana, los actuales rectores del club albiazul convocarán una Asamblea Extraordinaria que, por los plazos legales, se celebrará en los últimos días de agosto. Con un orden del día que, en principio, sólo contemplará dos puntos: la dimisión de la Junta Gestora y la toma de decisiones que pueden ir desde la convocatoria de elecciones hasta la disolución del club. Complicada, por no decir imposible, la primera, ya que no parece que nadie esté dispuesto a tomar las riendas de un Arrate que para entonces habrá perdido ya la plaza de Asobal y no contará con ingresos suficientes como para hacer frente a sus deudas. Bastante más probable la segunda, con la que se pondrá fin a 64 años de historia.
Es probable que, de hecho, las decisiones más relevantes en los próximos días se refieran al futuro del balonmano en Eibar, que podrían pasar por una refundación del Arrate, aunque fuentes cercanas al club admiten que el tema deberá estudiarse a fondo para evitar, por ejemplo, que las deudas actuales acabaran recayendo sobre esa hipotética nueva entidad. Por no olvidar que, en ese caso, todos los equipos se verían condenados a militar en las categorías más bajas. Un futuro, se mire por donde se mire, de lo más complicado, pese al deseo, mostrado incluso por las instituciones, de que los numerosos equipos de base del Arrate sigan funcionando.
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