Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
M. F. VALLEJO
Jueves, 28 de julio 2011, 09:04
Los cambios que ha introducido Sanidad en la OPE de Osakidetza han desatado las críticas de los partidos de la oposición y de algunos sindicatos. Consideran que el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, al reducir el peso del euskera en el proceso selectivo, «desprecia la lengua» y ofrece menos posibilidades a los aspirantes euskaldunes de hacerse con alguna de las 2.600 plazas fijas en el Servicio Vasco de Salud. Para CC OO y Satse, sin embargo, el principal problema no es la valoración del euskera -«el 10%, como fija la ley», aclaran-, sino el nuevo modelo de examen, que «perjudicará» a los profesionales en activo, con menos tiempo para preparar un examen más exigente.
El consejero destapó el martes la caja de los truenos al ofrecer los detalles de la OPE. El euskera valdrá 18 puntos sobre 198, frente a los 17 sobre 187 de la anterior cita. A simple vista no supone un cambio -mantiene el porcentaje del 10% que obliga la ley-, pero en la práctica reduce el papel decisivo que tenía hasta ahora el conocimiento de la lengua vasca en la selección.
La clave está en el modelo de examen. Ya no habrá un cuestionario cerrado con 1.000 preguntas, sino que solo se fijarán los temarios y, sobre ellos, se harán los test y las preguntas incorrectas restarán nota. Con esa nueva fórmula se evitará que, como ocurría hasta ahora, miles de aspirantes obtengan la puntuación máxima, lo que convertía a los méritos profesionales, entre ellos el euskera, en determinantes para conseguir la plaza. En la nueva OPE primarán los conocimientos para obtener un buen resultado. Además, en la fase de méritos se ha incrementado el número de puntos que se otorga por formación -de 70 a 80-, desde doctorados a investigación o docencia. El propio consejero lo resumió el martes: «se ha renovado la metodología con la intención de restar el valor excesivo del euskera».
«OPE abierta a España»
«Es una triquiñuela que les permite dar menos peso al euskera y, a la vez, no se saltan la ley de Función Pública. Pero lo más grave es el mensaje que lanza el consejero de que el euskera no es determinante para trabajar en el Administración vasca», opinó Mirari Irure, portavoz de ELA. A su juicio, la decisión de Bengoa va dirigida, principalmente, a «contentar a sus socios políticos que le exigían esa menor valoración del euskera». Para LAB, los cambios en el proceso de selección suponen «una agresión a los derechos lingüísticos de la ciudadanía».
El PNV coincidió ayer en que Bengoa «trata de satisfacer al PP». «Esta cuestión fue la clave para que le diera a López la Lehendakaritza», opinó la parlamentaria Garbiñe Mendizabal. Considera que la afirmación de Bengoa de que «la euskaldunización en Osakidetza va demasiado rápida» supone «un desprecio absoluto hacia los miles de usuarios de los servicios sanitarios que hablan en euskera». También desde el PNV, Iñaki Gerenabarrena censuró que con la rebaja de la exigencia de la lengua vasca se pretenda «abrir la OPE a España», como señaló Bengoa. «Cualquier país que se precie querrá traer profesionales de fuera que aporten a la Sanidad, pero lo que se les va a pedir en cualquier lugar al que vayan es que tenga el conocimiento mínimo de las lenguas oficiales del territorio».
El parlamentario de Aralar, Daniel Maeztu, calificó de «vergonzosa» la «actitud» del consejero «con el euskera» y recordó que el pasado año la mayoría de las quejas recibidas por el Ararteko estuvieron motivadas porque la Administración no tiene suficientes trabajadores para atender en lengua vasca, mientras que EA subrayó que el Gobierno vasco quiere que «los euskaldunes sigan siendo ciudadanos de segunda».
Para el sindicato de Enfermería Satse y CC OO el problema de la OPE no es la exigencia del euskera, sino que se han convocado «menos plazas» de las necesarias y que el nuevo modelo de examen «perjudica a los empleados en activo», frente a los que acaban de terminar la carrera o no trabajan y disponen de más tiempo para preparar la prueba. «Se dispararán las bajas», advierte la portavoz de Satse, Encarna de la Maza. LAB y ELA también comparten con el resto de centrales la opinión de que los 2.600 puestos que salen a concurso son «insuficientes» y que el Gobierno vasco «se ha saltado la negociación» con las centrales en esta convocatoria.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.