«Los borbones a los tiburones», gritan unos jóvenes al Príncipe

El príncipe Felipe lleva un junio muy intenso. A la operación del Rey hay que unir una agenda cargada de incidentes. Si hace dos semanas en Pamplona se acercó a hablar con una joven que en su presencia había gritado «¡Viva la República!», ayer tuvo que aguantar un peculiar recibimiento en la Universidad Autónoma de Madrid mientras salía del coche y saludaba a las autoridades que le esperaban a la puerta del edificio. «¡Los borbones a los tiburones!», gritaron a modo de saludo una treintena de personas que exhibían, además, una bandera republicana.

El heredero al trono de España no perdió la sonrisa en ningún momento y saludó a este grupo, convocado por la acampada de la Puerta del Sol, que siguió silbándole y coreando ofensas del tipo «queremos un pisito como el del principito», «unos en palacio y otros sin espacio», «mucho coche y muy poca vergüenza» o «criminales» y «delincuentes». Con ellos llevaban una pancarta con el lema 'La educación no es mercancía'.

Gritos al ministro

Los hechos, que se engloban en el clima de protestas ciudadanas que se vive en los últimos días, ocurrieron cuando Don Felipe llegaba al edificio de la Escuela Politécnica de la Autónoma acompañado por el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, para participar en la ceremonia de clausura del 'Encuentro Internacional de la Red Talloires. Construyendo una universidad comprometida más allá de la torre de marfil', en el que han participado rectores y expertos universitarios.

El titular de Educación también fue eje de las críticas de los alborotadores a su llegada a la institución académica, que se produjo con anterioridad a la del Príncipe. «La educación no es mercancía. No a la UE2015, no más hipocresía». «Fuera las empresas de la universidad», «Gabilondo no te quieres enterar, no somos mercancía» o «esta crisis no la pagamos», gritaron los indignados, que leyeron un manifiesto en el que criticaban la «mercantilización de la educación» y pidieron una universidad pública y de calidad, libre de intereses empresariales.