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Zerain muestra un cartel de su expedición al Nanga Parbat. :: RICARDO DEL VAL
A Zerain le gustan los imposibles
Alpinismo

A Zerain le gustan los imposibles

Aspira a escalar el Nanga Parbat por una vía aún sin abrir, la arista Mazeno

D. SÁNCHEZ-HARGUINDEY

Jueves, 16 de junio 2011, 13:19

La búsqueda de Alberto Zerain de retos imposibles tiene ya un título: el Nanga Parbat por la arista Mazeno. El escalador vitoriano presentó ayer su nueva aventura, que afrontará en compañía de Juan Carlos Arrieta, Txingu, y Miguel Vicente. Saldrán el domingo con el objetivo de culminar la ascensión hacia la segunda quincena de julio. El regreso, para el 10 de agosto.

El escalador desgranó ayer en una rueda de prensa todos los pormenores de este nuevo desafío. El ascenso al Nanga Parbat, uno de los 'ochomiles' más complejos del Karakorum (8.165 metros), por la arista Mazeno, que constituye un completo enigma porque nadie antes ha llegado a realizarla en su totalidad. «Es una ruta con todos los ingredientes para un alpinista», dijo Zerain.

Los precedentes hablan por sí solos. «En los años 20, 30 y 40 del siglo pasado fueron numerosas las expediciones que quisieron conquistar el Nanga Parbat y muchas historias acabaron en tragedia. Por ello se le denominó 'La montaña asesina', aunque yo prefiero la traducción literal, que es 'La montaña desnuda'». La llegada a la cima por la vía Mazeno supondría un hito en el mundo de la montaña, ya que nunca nadie lo ha conseguido antes. El último precedente se remonta a 2008, cuando un escalador alemán llegó en solitario hasta una cota de 7.100 metros. «Tendremos que adivinar muchas cosas. No hay un mapa, ni un plan; sólo algunas fotos, por lo que a pie de montaña estudiaremos la ruta y decidiremos el recorrido».

No obstante, la Mazeno es la guinda de un Nanga Parbat que presenta todo tipo de dificultades. Es una montaña aislada, muy ancha de cuerpo -40 kilómetros-, que en su parte final presenta aristas verticales por todas las vías de acceso. Tiene la peculiaridad de tener la caída más alta de todo el Himalaya (4.000 metros). Zerain aseguró que deberán exprimirse al máximo, más si se tiene en cuenta que no emplearán oxígeno artificial ni porteadores. El trío llevará todo el material a cuestas, en una escalada de estilo alpino; subir y bajar con la mayor celeridad posible. «Iremos con mucho respeto y serenidad. Tendremos que ir rápido porque la arista Mazeno tiene muy difícil retorno».

Sin datos previos

La envergadura del reto les obligará a conseguir una aclimatación perfecta. Así, por si fuera poco lo anterior, el plan de Zerain consiste en conquistar el Nanga Parbat por su ruta clásica, la vía Kinshofer, bajar y descansar tres días para volver a las alturas y encarar la Mazeno. «Seguro que surgirán muchos problemas», avanzó Zerain. «Tendremos que estar preparados para los imprevistos y ser conscientes de los peligros». Zerain indicó que prefiere «el cómo al cuánto», dejando claro que en su libro de estilo no hay lugar para los retos corrientes. «La montaña me pondrá en mi sitio si me he equivocado. Otras veces ya me ha pasado que no he hecho cumbre, aunque es verdad que cuando estoy cerca se me hace muy difícil dar la vuelta».

Para Zerain la superación personal constituye la clave de toda esta empresa. «En estos retos te conoces más a ti mismo. Es otro estilo de ascensión en el Himalaya y hay que estar a la altura, también en la toma de decisiones. El aliciente de no saber lo que me espera es lo que más me motiva», concluyó.

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