«Kiko no ha pegado un palo al agua»

Ella que creía que en Honduras las estaba pasando canutas... ¡Un paraíso comparado con lo que se ha encontrado a la vuelta! Aída Nízar ya no tiene hambre ni frío. Pero sí un mosqueo mayúsculo.

- ¿Ha ganado con 'Supervivientes' o el programa ha ganado con usted?

- No te puedo contestar cien por cien, pero hubo un titular que decía: 'Aída levanta la audiencia...' En la primera gala se batió el récord de espectadores. Hemos ganado los dos, pero yo estoy recibiendo una campaña de desprestigio y ellos audiencia.

- Está realmente molesta...

- Es que el ensañamiento es excesivo, es vejatorio. Me llaman prostituta, ladrona, loca... ¿Dónde está el límite? Yo reconozco que mis formas no han sido las correctas, pero nunca he calumniado a nadie. Otra cosa es que diga lo que mucha gente piensa y otros no se atreven a decir.

- Se atreve a meterse con Kiko, la estrella de este año, y el último en abandonar el programa hasta la fecha...

- Kiko es popular pero es un niño que no ha pegado un palo al agua. Y no me parece que sea precisamente un ejemplo para la juventud alguien que se jacta de que su único logro en la vida ha sido hacer bolos. Es como el refrán que dice: 'Dame pan y llámame tonto'.

- Las críticas le llegan de Telecinco, la cadena donde trabaja...

- He interpuesto una querella contra la productora y en Telecinco también tienen culpa. Lo que no se puede permitir es que sepan que están mintiendo y nadie ponga un límite. Yo he ido a 'Supervivientes' y he sido una persona que ha animado al grupo, que ha sabido sobrevivir sola, que ha estado dieciséis días sin llevarse nada a la boca.

- ¿Dieciséis días sin comer? ¿Ni un coco?

- Yo veía que había gente que lo necesitaba más que yo. Y, además, allí no había nada para comer. Yo sabía que mi cuerpo era fuerte, pero ¿tanto? A mí misma me ha sorprendido, pero todo está en la mente. He adelgazado ocho kilos, ahora me tengo que comprar ropa.

- ¿No hicieron trampas?

- No hubo oportunidad de hacerlas, si no más de uno las hubiéramos hecho. Nos hacen un registro exhaustivo, nos miran la ropa... Pero los anónimos sí han hecho trampas.

- ¿Ha dejado amigos en la isla?

- La televisión no te da amigos, mi vida está fuera. Aunque Diego Durán ya era mi amigo antes. Además, estamos concursando por 200.000 euros, así que esos amiguismos son inverosímiles.

- ¿Y Sonia Monroy? ¿No se levantará a saludarla cuando salga del programa?

- Veremos. Como superviviente lo está haciendo muy bien.

- A Jacobo Ostos ni agua, ¿no?

- No tiene valor ni en la vida, ni en la plaza ni en 'Supervivientes'. Es un pobre niño.

- Los presentadores, por lo menos, habrán quedado al margen de las trifulcas...

- En Raquel me he encontrado una mirada cómplice. Jorge Javier ha sabido ver otro lado de mí y no tiene nada que ver con el de 'Sálvame'. Y Christian es entrañable. Me dijo: 'Ánimo, no te hundas'.

- Para incondicional, su madre.

- Mi madre es la madre que todo el mundo desearía tener. Es la señora más señora que jamás he conocido. No me ha fallado nunca.

- ¿Realmente ha llegado a disfrutar en el programa?

- Sin duda, mucho. Mañana volvería a ir.

- ¿Qué le compensó más, su paso por 'Gran Hermano' o por 'Supervivientes'?

- Si hubiera sabido lo gran comunicadora que soy y el don que tengo para dirigirme a cámara me hubiera decantado por que mis orígenes televisivos fueran otros. No han sido los apropiados.