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:: CARLOS BENITO CARL COURT
Viernes, 10 de junio 2011, 09:17
Un empujoncito ¡No somos nada! El gato Larry ya se va acostumbrando a las ventajas de ser Ratonero Jefe del número 10 de Downing Street, un puesto del que existen antecedentes desde tiempos de Enrique VIII. Cuando uno viene de vivir en la calle, como es su caso, sabe apreciar ciertas comodidades: la calefacción y la moqueta de la residencia oficial del primer ministro, por ejemplo. Pero el cargo de Ratonero Jefe implica, además, una popularidad insólita. Desde su nombramiento en febrero, a Larry lo han retratado cientos de veces para periódicos y revistas, le han dedicado canciones, lo han convertido en protagonista de una tira de cómic... Incluso ha tenido ocasión de conocer a un tal Barack Obama, que debe de ser importantillo en el mundo de los humanos, aunque en el de los gatos es solo uno de esos tipos absurdos que prefieren tener un perro en casa. Es cierto que Larry sufrió también su campaña de mala prensa, cuando algunos medios le achacaron una «marcada falta de instinto asesino», pero atajó esos infundios cazando su primer ratón: hasta entonces, solo había usado las zarpas con el mobiliario y con una periodista de la cadena ITV a la que se le ocurrió cogerlo en brazos. En fin, Larry es un gato eminente, el más famoso del Reino Unido, pero los humanos no respetan nada. Volvía ayer de su paseo y, ante la imponente puerta negra del número 10, tuvo un momento de duda. Quizá, por un instante, su corazón callejero añoró los vagabundeos de antaño, cuando Londres entero era su casa. Y el guardia, sin ningún respeto a su cargo ni a la majestuosidad de su especie, le dio la patada en el culo.
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