Un final de temporada agridulce

Era un día de despedidas. Jornada para decir adiós a los jugadores que el próximo año no continuarán en el club. No hay nada confirmado, pero se siguió la tradición y se manteó a los que no seguirán. La única baja admitida por el club es la de Marc Amargant, que se retira del mundo del balonmano. Y el Palacio quiso homenajearle. Todo un reconocimiento a un jugador que ha servido de ejemplo para muchos, que ha sabido llevar el nombre de La Rioja y del Naturhouse con orgullo. Y todos se volcaron con él. Pancartas, la plantilla y el cuerpo técnico llevando una camiseta con el número 19, su camiseta enmarcada... La mejor manera de decirle adiós. Pero el Palacio quería algo más del de Palautordera. Quería ver un gol del catalán. El último de su vida profesional. El último con la camiseta del Naturhouse.

Un único gol, en el minuto 59.32, para el aplauso generalizado de la grada y de sus compañeros. No se logró el milagro ante el Barcelona, uno de los equipos al que nunca ha ganado el Naturhouse. Pero los catalanes llegaban con la única intención de vencer y alzarse con el título de liga. Demasiado equipo.

El Barcelona dio muestras de su calidad desde el primer minuto. La defensa, muy férrea, sobre Garabaya y Sorrentino, impedía los lanzamientos claros a los locales. Aun así, los riojanos lo intentaban una y otra vez ante un espectacular Saric (16 paradas), que detenía los misiles de los de Jota González. El primer parcial se cerró con un ajustado 1-2.

A partir de ese momento, las cosas cambiaron, y mucho. Los visitantes comenzaron a imprimir ventajas en el marcador, sin que los de Jota González lograran parar la sangría (3-6). El conjunto riojano tardó en marcar el cuarto casi catorce minutos (m. 22.53). Catorce minutos en los que los de Xavi Pascual, a base de contras y aprovechando las inferioridades riojanas, fueron ampliando distancias. Juanín logró batir el récord de goles en Asobal -estaba en 1.788 que ostentaba Mateo Garralda-. Hasta el 3-10 llegó el conjunto culé ante el enmudecimiento del Palacio, ayer poco animoso. A muerte en el homenaje a Marc, pero frío en el encuentro.

Los aficionados ansiaban un gol del '19', pero Saric detenía los lanzamientos del jugador de Palautordera. Parra ponía el 4-10 en el marcador, mientras que Juanín hacía el tercero de su cuenta particular para el 4-12 (m. 25). La exclusión de Oneto dejó al Barcelona en inferioridad. No importó. Un parcial de 1-3 remataba a los logroñeses (7-15). Olía a goleada. Velasco colocaba a los suyos siete abajo al descanso (8-15).

El Naturhouse arriesgó entonces. Quería dar buenas sensaciones en su último partido en casa. Y hasta el momento no lo estaba consiguiendo. Un primer parcial loco, de entrega y rapidez, a veces con cierta precipitación, elevó el marcador hasta el 12-20.

Saric continuaba con su recital de paradas, incluso un siete metros a Praznik. Para poner las cosas más difíciles al conjunto local, Sorrentino fue excluido, Kojic se convirtió en portero-jugador, pero aun así las diferencias eran demasiado grandes como para inquietar al rival (15-22). Garabaya, Praznik y Velasco colocaron el 18-23, que mejoraba la imagen local, pero dos golazos de Juanín, uno de ellos en una contra rapidísima ampliaba una vez más la ventaja culé (19-26).

No se les podía pedir más a los de Jota González, la entrega estaba siendo total, pero la superioridad de los de Xavi Pascual, que bajaron el ritmo, era más que evidente. Ovación de lujo para Lorger, otro de los que no continuará la próxima temporada en las filas riojanas, que fue sustituido.

Parra ponía el 24-30, desde los siete metros. El Palacio pedía que lo lanzara Marc, pero él no se sentía seguro. Quedaba menos de un minuto y la grada quería que el catalán marcara. Y lo hizo. 25-30. Al Naturhouse no le quedaba otra que dar la enhorabuena al campeón, el Barcelona Borges, que regresa a lo más alto después de cuatro años de dominio del Ciudad Real.