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IRATXE ASTUI
Viernes, 15 de abril 2011, 04:47
El futuro polígono industrial de Errigoiti ha cubierto un nuevo trámite administrativo para convertirse en realidad pese a la frontal oposición vecinal. El Consistorio ha dado el visto bueno inicial, mediante decreto de Alcaldía, al estudio de impacto ambiental, así como al proyecto de urbanización del área industrial de Malluki, en el barrio Olabarri, tras realizar las correcciones exigidas tanto por la Diputación como por el departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco. Los interesados disponen ahora de un plazo de treinta días para presentar sus alegaciones al plan, que se encuentra en exposición pública.
Los trabajos comenzarán, si todo transcurre según los previsto, el próximo mes de junio y se prolongarán durante un periodo de entre 12 y 18 meses. Las obras supondrán una inversión de cerca de 5 millones de euros. Entre las medidas adoptadas para «eliminar» o «minimizar» afecciones negativas en varios tramos del río Butrón, catalogados como áreas de especial protección por la presencia del visón europeo, se encuentran la creación de una banda de protección por medio de una barrera acústica vegetal a lo largo de toda la linde del cauce fluvial. El polígono, que dispondrá de una depuradora propia para tratar sus aguas, verterá posteriormente éstas al futuro colector general de Arrieta.
Malluki, según las previsiones municipales, generará alrededor de 300 puestos de trabajo, directos e indirectos, y reportará a las arcas del Consistorio 3 millones de euros. «La mayor parte de este dinero -1,8 millones- procederá de la planta de Biomasa tras el acuerdo firmado recientemente con esa empresa», aseguró el alcalde de la localidad, Iñaki Madariaga. En total, el área industrial abarcará una superficie de 67.000 metros cuadrados de los que unos 25.000 serán construidos. El resto corresponderá a zonas verdes y servicios.
Polémica con los accesos
El polígono errigoitiarra ha contado desde el comienzo con un importante rechazo vecinal encabezado por la plataforma Errigoiti-Arrieta Garbi. De hecho, los residentes junto a Aralar demandaron al Consistorio ante los tribunales por carecer del correspondiente estudio de impacto ambiental previo a la decisión de instalar el área industrial en Malluki. El primer edil defiende que «cuando se acordó el emplazamiento «ese trámite no era obligatorio».
Además de esta polémica, el Ayuntamiento también ha mantenido una gran controversia con la Agencia Vasca de Agua (URA) por hacer caso omiso a varias órdenes de paralización de las obras de ordenación del barrio de Olabarri, que incluían la construcción de un parking de 60 plazas y el acondicionamiento de un tramo de alrededor de 500 metros de la carretera BI-2121 en la que se han habilitado los accesos al futuro polígono.
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