Un libro bucea en las ambiciones y sueños del clan torero de los Ordóñez

Hay libros taurinos que cuesta esfuerzo leer porque son densos, muy guisados con tecnicismos y hasta con demasiadas páginas. A Juan Soto Viñolo, periodista, escritor y crítico taurino, acaban de editarle en 'La esfera de los libros' un ejemplar que se titula : 'Los Ordóñez. Una saga de toreros, amores, ambiciones y sueños'.

El ejemplar tiene 32 capítulos, bonita letra, generosidad en espacios y marginación entre líneas y 24 fotografías de los más interesantes personajes que pasan por sus apartados. Se lee de maravilla y toca, con la finura, y a veces ironía y el sarcasmo que lo hace Juan, temas taurinos pero con facetas y datos nuevos que arrastran.

El texto lo puede gozar con interés lo mismo un aficionado a la fiesta de toros que un estudioso de la historia social. Una portera ilustrada o un periodista que quiera añadir memoria histórica, no sólo mundana, a sus recursos profesionales.

Juan, en otro tiempo guionista del consultorio radiofónico de Elena Francis, crítico taurino en diversos diarios barceloneses y de algunas revistas especializadas como "Aplausos", ya escribió libros sobre Manolete, Lola Flores, Rocío Jurado y otros personajes. En este texto comienza con el "Niño de la Palma" y apuntilla con su biznieto Cayetano Rivera Ordóñez.

En medio, muchas páginas para Hemingway, Carmina Dominguín, Paquirri, Chiquetete, Isabel Pantoja, Juan Belmonte y Amina Asís, la duquesa de Alba, Lolita, Pepe el Marismeño, Carmen y Belén Ordóñez, y sus tres amores, Luis Miguel y Ava Gardner, Lucía Bosé, Pozoblanco, Ernesto Neyra, la alternativa de Francisco Rivera Ordóñez y la muerte de Carmen, su madre.

A lo anterior, es justo añadir páginas sobre Antonio Ordóñez y Hemingway en Pamplona, el suicidio del Nobel americano, los primeros encuentros taurinos y amorosos de Carmen y Paquirri, el suicidio de Juan Belmonte y otros sobre Carmina, Neyra, El Marismeño y Julián Contreras, La viuda de España y otros mil detalles que mezclan el toreo y el cante con la copla, los amoríos y otros tercios que lidia muy bien Juanito Soto, un catalán muy listo, informado, con buen estilo y todo un torero de cartel tipeando en el ordenador.

Recuerda la obra cómo reúne personajes «rodeados por trágicas sombras del coraje, el amor, la pasión, los celos, las infelicidades, la muerte inesperada y situados bajo los focos de la fama».