Hombres con los huesos de cristal

También a los hombres les afecta la osteoporosis. La creencia de que la pérdida de hueso es un problema de salud ligado a las mujeres se ha revelado falsa, tal como ha demostrado el hospital de la Esperanza y del Mar de Barcelona, centro de referencia en el tratamiento y diagnóstico de esta enfermedad. Uno de cada cuatro casos se detecta ya en los varones, algo que hace sólo 15 años parecía del todo impensable. Las razones que la originan y su evolución son, sin embargo, radicalmente distintas en uno y otro sexo.

«En las mujeres, ésta es una enfermedad ligada a la menopausia y la pérdida de hormonas femeninas. En los hombres, en cambio, se produce más tarde y de una manera menos brusca, más progresiva. Son dos caras muy distintas de una misma patología», explica Lluis Pérez Edo, jefe de sección de Metabolismo Óseo del hospital barcelonés. El experto charlará sobre este asunto hoy en el foro Encuentros con la Salud de EL CORREO.

La osteoporosis es una enfermedad de los huesos producida por la falta de calcio, que hace que la masa ósea se vuelva cada vez más porosa y, como consecuencia, más quebradiza. En España, según las estimaciones más generosas, se calcula que hay unos dos millones de afectados y, como mínimo, medio millón con nombre de varón.

Desde la infancia

La principal aportación del equipo liderado por Pérez Edo ha sido describir las causas de la osteoporosis masculina. Son muy variadas, aunque en más de la mitad de las ocasiones el problema se debe a otras enfermedades que la favorecen. A menudo son patologías hormonales de la infancia, como el hipogonadismo, un trastorno de la función testicular que genera una baja producción de testosterona e infertilidad. Otras complicaciones ligadas a la osteporosis del varón son las del tiroides, la anorexia, la epilepsia, el tabaquismo y aquellas que conllevan tratamientos con corticoides, como la artritis.

El especialista catalán utiliza un simil de la construcción para explicar los diferentes procesos que se dan en la osteoporosis del hombre y de la mujer. Según explica, un 10% de la masa ósea se renueva cada año, lo que supone que después de una década, el esqueleto es nuevo. Las microfracturas que se producen en él se deben en los hombres a un déficit en la formación del hueso y en las mujeres a una destrucción masiva de sustancia ósea.

La pérdida de hormonas masculinas, un fenómeno que se produce a partir de los 50 años, influye en el proceso, aunque en menor medida. Importa mucho más la cantidad y la calidad del hueso que uno posea por herencia genética y la alimentación recibida. De ahí que, más allá de los tratamientos, la prevención resulte fundamental.

Una buena dieta, con alimentos ricos en calcio y vitamina D, fortalece la osamenta. En los países nórdicos, la lecha suele ir enriquecida con esta vitamina por la falta de sol que padecen, aunque en España, éste no es un problema. Con salir a la calle uno o dos minutos al día los huesos reciben el aporte necesario para favorecer la calcificación.

El ejercicio también es básico como herramienta preventiva, especialmente saltar. Con el salto, aumenta la presión en los huesos y se estimulan las células que lo fabrican. Si se padece artritis o artrosis, la alternativa es nadar, «un ejercicio muy completo. Mientras no se haga una vida sedentaria, cualquier ejercicio es positivo», concluye el especialista.