Adrián: «Salí algo nervioso pero se me pasó porque el equipo transmite confianza»

El día 20 de marzo no se le va a olvidad fácilmente a Adrián Murcia, guardameta rojillo. Ni tampoco el rival, el Guijuelo, porque fue la fecha y el equipo ante el que debutó con el Mirandés en un partido de Liga. Salvo el amistoso que la tropa de Pouso disputó frente a la Real Sociedad el pasado día 24 de noviembre con motivo de la inauguración oficial de la nueva tribuna del fondo sur, el portero aún no se había estrenado esta temporada.

La fenomenal campaña que está protagonizando Wilfred le ha cerrado en cierta forma las puertas de la titularidad, aunque también es cierto que fichó por el club rojillo tras el correspondiente periodo de prueba, en la última semana del mes de agosto, para ocupar el hueco dejado por Alconero al marcharse éste al Sestao de Tercera.

Después de 29 encuentros en el banquillo este domingo le llegó su oportunidad como consecuencia de la fiebre que sufrió durante la semana pasada su compañero. El técnico ya mostró a Adrián toda su confianza al indicar que si era él el encargado de ocupar la portería estaba convencido de que lo iba a hacer igual que Wilfred.

El entrenador del Mirandés restó importancia al hecho de que se produjera finalmente esta variación. Y el de Elche le respondió dejando, en colaboración con el resto del bloque, la meta imbatida. No tuvo excesivo trabajo pero lo solventó bien pese a que en los instantes iniciales los nervios sí que le acompañaron.

«Salir sin haber jugado ningún partido y además sabiendo cómo está el equipo, metido en 'play off' y con esa tensión propia por ganar para seguir ahí pues al principio sí que empecé algo nervioso», admitía ayer el joven cancerbero alicantino, de 23 años recién cumplidos, antes de confirmar que poco a poco «comencé a coger confianza. La verdad es que el equipo te transmite mucha, así que me tranquilicé enseguida».

El Mirandés se quedó una jornada más sin recibir un gol en contra y se adjudicó los tres puntos en juego, así que la conclusión que destaca el alicantino una vez ya transcurrida la cita ante la escuadra chacinera es que «acabé muy contento por todo ello».

El arma principal, al margen de las indivudualidades que también las hay, de un equipo que no sólo se ha empeñado en seguir en el 'play off' sino que aunque no sea su auténtica guerra tiene mucho más cerca al líder que al quinto clasificado (lo dice la clasificación) estriba en la solidez del bloque. Y eso es algo que todos lo agradecen.

«Así es, todos sin excepción te transmiten seguridad y mucha confianza. Aquí vamos todos a una, siempre hay alguien para ayudarte y así todo va muy bien. Hubo pocas acciones y lo cierto es que en las jugadas en las que intenté ayudar al equipo las pude resolver bien».

Su estreno en el campeonato de la regularidad ha venido propiciado por el contratiempo de Wilfred, si bien en el Mirandés se ha instalado una máxima con la que se resalta que todos los futbolistas son importantes y ninguno imprescindible. Todos dan la cara y eso se cumple a rajatabla.

«El equipo está en una muy buena dinámica y no hay nadie que vaya por debajo ni por otro lado, todos vamos a una y lo cierto es que es como para estar satisfechos. Will (como le llaman en el vestuario) ha estado malo con fiebre y en este caso el entrenador me ha dado la confianza y es de agradecer».

Después del partido recibió la felicitación de los compañeros, agradecimiento que quiso hacer extensivo a otras personas. «Javier (Barbero) está haciendo un buen trabajo con los porteros y eso es de agradecer. Está todos los días dándonos consejos y explicándonos lo que tenemos que hacer; su labor es muy importante».