Iñaki Gerenabarrena pierde el control del PNV en Vitoria

Nuevo jarro de agua fría para el presidente del Araba buru batzar del PNV, Iñaki Gerenabarrena. El sector crítico con la gestión que viene realizando el cuestionado líder de los jeltzales alaveses controla ya las dos grandes organizaciones municipales peneuvistas de Vitoria, la de Abendaño y la de Gasteiz-Erdialde. Los nacionalistas tienen otros dos pequeños batzokis en la capital alavesa, en los barrios de Lakua y Zaramaga.

Hace ya tiempo que la organización municipal de Abendaño venía expresando de diferentes maneras sus divergencias con la gestión de Gerenabarrena. Nada extraño, pues, que los afiliados eligieran semanas atrás para presidir la junta al exdirector de la Ertzaintza Jon Uriarte.

La sorpresa saltaba hace algunos días en la renovación de los órganos de dirección del batzoki de Gasteiz-Erdialde, al que está afiliado, entre otros, el propio presidente del ABB. La nueva responsable de la junta es Amaya Ruiz de Viñaspre, a la que se considera próxima a las tesis de los críticos. El máximo responsable de la junta de Zaramaga es Aitor Butrón y de la de Lakua, Miren Nanclares. Ninguno de ellos se ha significado por sus críticas a la ejecutiva regional.

Este es el segundo varapalo interno que recibe Iñaki Gerenabarrena en el plazo de pocos meses. El pasado verano, el Araba buru batzar vio cómo su candidato a la Alcaldía de Vitoria, el juntero y abogado Ramiro González, no lograba el plácet de las organizaciones municipales de la capital. Un veto en el que se mezcló la crítica a su gestión con cuestiones personales.

González solo obtuvo el aval de los batzokis de Erdialde y Lakua. Los de Abendaño y Zaramaga se decantaron por la entonces portavoz jeltzale en el Ayuntamiento de la capital alavesa, Malentxo Arruabarrena, marginada por Gerenabarrena.

La factura del escándalo

Para evitar males mayores, ambos retiraron sus candidaturas y el PNV terminó eligiendo como poster electoral al joven Gorka Urtaran, hijo de la histórica María Jesús Aguirre. Recientemente, el diputado general Xabier Agirre -cuyas relaciones con el presidente del ABB están rotas desde el estallido del 'caso De Miguel'- nombraba a Arruabarrena nueva diputada foral de Cultura.

La organización jeltzale alavesa no oculta su temor a que los escándalos de corrupción y espionaje que investiga la Justicia desde hace un año, en los que están imputados una quincena de exaltos cargos y militantes peneuvistas, le pasen factura en los próximos comicios municipales y forales de mayo.

De ahí el reciente escrito rubricado por alcaldes y representantes nacionalistas en diferentes ámbitos institucionales e internos. En el texto, firmado por oficialistas y críticos y enviado a los medios de comunicación, se denuncia que el escándalo está siendo utilizado para llevar a cabo una «cacería infame» contra la organización, se reivindica la presunción de inocencia de los implicados y se expresa el apoyo a la dirección del partido. Dos de los firmantes precisaron ayer a este diario que dicho respaldo debe entenderse «al órgano y no a personas concretas».