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ANTONIO SANTOS
Martes, 1 de marzo 2011, 09:32
«Esta es la primera dirección de EiTB que no corrige los exámenes de las ofertas públicas de empleo». El director general de EiTB, Alberto Surio, dijo ayer mucho en pocas palabras. Las dificultades de las últimas oposiciones para cubrir plazas en la radiotelevisión vasca sobrevolaron la comisión de control celebrada en el Parlamento vasco. El responsable del ente público aprovechó su último turno de palabra, el que cerraba el debate sobre su gestión en 2010, para intentar callar al PNV.
El portavoz jeltzale, Luke Uribe-Etxeberria, había tildado de «auténtico caos» y «auténtico desastre» la última OPE, en la que cuatro puestos para informativos han quedado desiertos porque ninguno de los 186 aspirantes consiguió aprobar las pruebas teóricas. Algo menos de la mitad de los opositores presentó un recurso en los tribunales al considerar que el examen sobre actualidad era excesivamente complejo. El proceso para cubrir con personal fijo esas plazas deberá ser convocado de nuevo.
La contratación en Euskal Irrati Telebista ha sido desde hace dos décadas una cuestión recurrente de enfrentamiento entre los partidos. Socialistas y populares han acusado al PNV de haber conformado una plantilla de corte nacionalista y controlada por militantes de la izquierda abertzale. En su opinión, era el peaje que anteriores gestores como Andoni Ortuzar debían pagar para mantener «serena» a la plantilla.
Surio volvió a defender ayer el sistema de contrataciones puesto en práctica desde su llegada a EiTB. Ahora las oposiciones las diseñan el Instituto RTVE y un equipo de catedráticos de la UPV. Estos últimos se encargan de integrar el tribunal corrector. «Esta es la primera dirección de EiTB que no corrige los exámenes», advirtió el director general, que pidió no sacar las cosas «de contexto» ni «generar alarma innecesaria» porque hayan quedado cuatro puestos de informativos sin cubrir.
El máximo responsable de la radiotelevisión pública tuvo que volver a responder en el Parlamento sobre la pérdida de espectadores experimentada por la empresa en el último año y medio. ETB-1 cerró 2010 con un índice de audiencia del 2,2%, ETB-2 sumó el 8,2% y ETB-3, el 0,5% -los datos que la dirección baraja para febrero es que se repetirán prácticamente los de enero con un 1,8% para el canal en euskera, el 8,6% para el de castellano y el 0,55% para el infantil-. Surio insistió, en este sentido, en el efecto de la puesta en marcha de la TDT y en cómo una parte de la audiencia (la más cercana a la ortodoxia nacionalista) no ha sabido asumir el relevo en Ajuria Enea y que ahora se haga una televisión para «toda la sociedad».
«Pérdida de calidad»
El PNV y EB justificaron los «malos» resultados en el «grave deterioro» sufrido por el ente público y porque, a su juicio, los informativos tienen ahora «un enorme sesgo» político en favor de PSE y PP, se ha alejado «de la realidad vasca» y «ha perdido calidad». Una acusación que Surio negó, asegurando que la televisión pública que él dirige se ha «despolitizado» y apuesta por temas de interés social.
El director general de EiTB quiso, en todo caso, hacer un llamamiento a los partidos para que saquen al ente del enfrentamiento político. Y exigió a las fuerzas parlamentarias que defiendan a esta empresa de los ataques que, en su opinión, recibirán a partir de mayo de este año por parte de «un potentísimo lobby» formado por «los grupos privados de comunicación» contra las televisiones autonómicas. El objetivo de este colectivo sería, dijo Surio, promover la modificación de leyes para «cercenar el sector público» y mejorar los beneficios de los canales privados. Es lo que, aseguró, explica que en RTVE desaparecieran los anuncios publicitarios desde el 1 de enero de 2010.
En su defensa de Euskal Irrati Telebista, Surio apeló a la profesionalidad de los trabajadores, aseguró que la 'casa' se ha «tranquilizado» tras los encontronazos con los sindicatos del año pasado y lamentó los recortes sufridos «por la crisis» en los Presupuestos de la compañía. Y a quienes aseguran que EiTB supone un excesivo gasto a las arcas públicas, explicó que «homogeneizando el PIB» de las diferentes comunidades, ETB cuesta 126 euros al año a cada hogar vasco, por 142 euros a los gallegos y 107 a Cataluña en el caso de sus propios canales. La hora de emisión en los vascos cuesta, además, 8.447 euros frente a los 12.671 euros de TVG y los 22.774 de TV3.
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