Interior expulsará a un ertzaina por estar de baja y trabajar en un batzoki

El Departamento de Interior ha iniciado los trámites para expulsar de la Ertzaintza a un agente que durante sus periodos de baja por enfermedad se dedicaba, según la acusación del propio Cuerpo, a regentar el restaurante del batzoki de Bakio, así como otros establecimientos hosteleros. La unidad de asuntos internos de la Policía vasca considera que el funcionario es responsable de una falta muy grave y solicita que se aplique la pena de separación del Cuerpo. El caso se verá el próximo miércoles en el consejo de la Policía vasca.

El asunto fue investigado por los miembros de la unidad disciplinaria, que corroboraron cómo el ertzaina estuvo de baja desde diciembre de 2002 a agosto de 2003 y de septiembre de 2009 al mismo de mes del año siguiente. En el primero momento, la baja se debía a una inflamación del tendón infrarotuliano de la rodilla izquierda. En el segundo periodo, tuvo su origen en un trastorno por ansiedad y estrés.

Durante esos períodos, aparte de regentar el restaurante del batzoki de Bakio, está acusado por sus compañeros de ser responsable de una txosna de un club deportivo instalada en el recinto festivo de la Aste Nagusia de Bilbao y de encargarse también del restaurante de un club deportivo de Bakio.

En el expediente figura las vigilancias a las que los propios agentes de asuntos internos sometieron al ertzaina de baja, para lo que comieron en el restaurante del batzoki de Bakio y le vieron gestionar el negocio, impartir órdenes a los camareros y recoger las mesas, por ejemplo. En ese tiempo, seguía cobrando el 100% de su sueldo como policía autónomo.

La investigación, asimismo, ha recogido los testimonios de los empleados del batzoki y de la firma que gestiona la hostelería de todos los locales jeltzales. En las declaraciones ante los instructores del expediente, estas personas señalaron que el ertzaina acusado era sólo un cliente o, en el caso de los gestores de la franquicia jeltzale, que el policía actuaba como relaciones públicas. Los miembros de asuntos internos, sin embargo, consideran que esa versión no es creíble ya que, por ejemplo, el acusado tenía las llaves del batzoki de Bakio y las utilizaba para entrar y salir del local. También se ha incluido el testimonio de un empleado que mantiene un litigio judicial con al agente y que ratificó la versión de los acusadores.

Incompatibilidad

En la declaración aparecen también testimonios de los responsables que gestionan la franquicia jeltzale -Batzokia-, quienes aseguran que se pusieron en contacto con el área de recursos humanos de la Ertzaintza para conocer el régimen de incompatibilidades de la Policía vasca, ya que conocían la condición de agente del expedientado. Según los investigadores, esa gestión no fue realizada, ya que hubiera sido evidente que era ilegal trabajar en el local mientras mantenía la condición de agente de la Ertzaintza.

Los componentes de la unidad disciplinaria han incluido en el expediente los datos médicos por los que se le concedió la baja al policía vasco. Según sus conclusiones «el expedientado, no trabajó como agente bien por alegar una supuesta enfermedad o bien por simular una mayor gravedad de la misma». En cualquier caso, los responsables de la acusación consideran que se debe tener en cuenta que el hecho de que un ertzaina no se dedique a recuperarse de una enfermedad por la que se la ha concedido una baja está perjudicando a sus compañeros, «ya que, al no disponer la Ertzaintza de bolsas de trabajo, se aumenta la carga de tareas al resto de funcionarios».

Otro de los factores que los miembros de la unidad disciplinaria piden que se contemple es que el ertzaina acusado «realizaba su trabajo de hostelería de cara al público» y su condición de policía vasco era conocida, «lo que supone una desconsideración para la imagen de la Ertzaintza».