

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
ALBERTO MOYANO
Sábado, 19 de febrero 2011, 13:54
El Departamento de Cultura del Gobierno vasco y la Diputación de Guipúzcoa negocia con la familia Chillida la compra del museo de Zabalaga por una cifra que ronda los ochenta millones de euros. Chillida-Leku clausuró sus puertas el pasado 1 de enero, después de diez años de actividad en los que ha recibido más 810.000 visitantes, debido a la difícil situación económica que atravesaba y que le había conducido a acumular un importante déficit en su funcionamiento.
La consejería que dirige Blanca Urgell y la Diputación guipuzcoana trabajan desde hace varios meses en alcanzar un consenso con los representantes de la familia Chillida que permita reabrir el museo en el más corto plazo de tiempo posible.
Según ha podido saber este periódico, la propuesta -en la que también se reserva un papel, aunque marginal, al Gobierno central- contempla la adquisición del Museo Chillida-Leku con todas la obras que contiene el centro por unos ochenta millones de euros. Las obras pertenecientes a la colección de la familia quedarían excluidas de este eventual acuerdo.
El Departamento de Cultura no quiso realizar comentario alguno en torno a esta información y se limitó a señalar el papel positivo que «la discreción juega en estas negociaciones». Y en efecto, así ha sido ya que la cautela de todas las partes implicadas ha sido la nota dominante en el curso de estas negociaciones.
En el otro lado, Luis Chillida, que actúa como portavoz de la familia, rehusó confirmar la cantidad barajada, pero recalcó que la principal dificultad a la hora de alcanzar un acuerdo no estriba en el dinero sino en las condiciones en las que se fijaría la continuidad del museo. El hijo del artista reiteró que la voluntad de la familia en esta negociación pasa por respetar la espíritu de Zabalaga, tal y como Eduardo Chillida lo concibió.
«No me gusta entrar en cifras, pero se trata de buscar un equilibrio. Nosotros aportamos una gran parte de lo que hay hoy en día en el museo y a la vez esperamos tener un control sobre lo que suceda con las obras y sobre la gestión artística. El principal problema no se deriva de la cifra».
De hecho, Luis Chillida considera que la tasación realizada por Gobierno vasco y Diputación guipuzcoana representa «la mitad de lo que valen en el mercado las obras que hay en el museo. Lo que necesitamos analizar son las condiciones que va a haber y qué control vamos a mantener», puntualiza. El hijo del artista donostiarra se mostró conforme en vender las obras a un precio inferior al que alcanzarían en venta libre «porque entonces tampoco puedes pretender que la colección se mantenga junta. Siempre hemos sabido que hay que alcanzar un equilibrio entre las condiciones en las que vendes y el control que quieres tener. Y eso es un poco en lo que estamos».
Los herederos no quieren hablar de «líneas rojas», pero insisten en que se mantenga la unidad de la colección y que el resto de actividades artísticas que se programen no interfieran en lo que es Chillida-Leku. «No entramos en la gestión económica, sino en la artística». En este punto, recuerda que los escritos, cartas y documentos del creador vasco permanecen archivados en el museo de Hernani. «Queremos tener poder de decisión sobre lo que se haga con ellos».
«Cerca de lograrlo»
Al margen de las cifras, el exdirector del museo cree que las negociaciones tropiezan con las diferencias existentes en torno a «la gestión del centro», ya que «nosotros queremos que no desarrolle unas actividades que vayan en detrimento de la obra de mi padre». En cuanto a la posibilidad de que se alcance un acuerdo a corto plazo que permita la reapertura del museo -y verano es la estación que se ha venido manejando-, Luis Chillida considera que «estamos cerca de lograrlo», o en todo caso «más cerca que cuando empezamos a hablar del tema». El hijo del escultor reiteró que, no obstante, «ochenta millones es la mitad de la cifra en la que está tasada la colección».
Las negociaciones transcurren a través de intermediarios. De hecho, la familia mantuvo su primer contacto directo con el Departamento vasco de Cultura del pasado día 26 en Vitoria, a petición propia y aprovechando la reinauguración en la capital alavesa de la remodelada plaza de Los Fueros, obra conjunta del escultor donostiarra y del arquitecto Luis Peña Ganchegui. En esa ocasión, el viceconsejero de Cultura, Antonio Rivera, consideró que «era bueno que tuviéramos un contacto para reafirmar determinado tipo de acuerdos y coincidencias» y señaló que «a veces, diciendo las cosas cara a cara y mirándonos, éstas cobran más fuerza. Hemos profundizado en otros aspectos, como la gestión o la posible adquisición, pero sobre todo nos hemos reafirmado en las coincidencias», indicó el viceconsejero.
El encuentro también fue valorado de forma positiva por parte de la familia. «Todos queremos lo mismo pero hay que ir con calma. Nosotros no tenemos prisa», aseguró, a la vez que admitió que «se están haciendo bien las cosas y hay un interés» por lograr que las conversaciones fructifiquen.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.