El Barakaldo afronta como una final el derbi contra el Bidasoa

Como una auténtica final. Así se presenta para el Barakaldo el partido que le enfrentará al Bidasoa Irún mañana (18.30 horas) en Arteleku. Tras la victoria que firmaron la jornada pasada ante el Torrelavega, los auriazules necesitan seguir sumando puntos si quieren evitar sofocos a final de temporada. A la necesidad de vencer de los vizcaínos, se le añade la trascendencia de un partido que cuenta con todos los ingredientes: cercanía, admiración mutua, hermandad entre aficiones... Son dos viejos conocidos: se han enfrentado en Asobal y División de Honor y se conocen como la palma de la mano. «Es el derbi por antonomasia para nosotros. Hay una rivalidad sana. Será un partido muy especial», señaló ayer el técnico baracaldés, Txanpi Rivero.

Ambos conjuntos llegan a la cita con una necesidad importante de sumar puntos. Ya no se pueden dejar ni uno en el camino. La victoria del Barakaldo ante el Torrelavega supuso un balón de oxígeno para los vizcaínos después de atravesar una pequeña crisis de resultados. Ante el conjunto cántabro, un rival directo, los auriazules sumaron tres puntos vitales gracias a su buen rendimiento defensivo, que dejó al entrenador «muy satisfecho».

El objetivo, por tanto, es mantener la buena línea. Eso sí, Rivero hará hincapié en el ataque de su equipo, en el que no estuvo tan fino. Sus pupilos anduvieron algo más espesos que de costumbre y cometieron algunos fallos que, tal y como está la situación, podían haber supuesto un nuevo varapalo. «De cara a los próximos partidos tenemos que mejorar. Tenemos que hacer el balonmano que sabemos, con presión», aseguró el mister. Para eso, es fundamental que los baracaldeses encaren el choque con más tranquilidad que en las últimas ocasiones y sin que los nervios jueguen una mala pasada. Rivero invita a la calma a sus jugadores: «Jugamos con mucha ansiedad y eso se nota en la cancha. Al final pasa factura».

Un partido «abierto»

La temporada del combinado guipuzcoano no está siendo para echar cohetes y está algo peor que el Barakaldo: llevan tres derrotas consecutivas, lo que les ha llevado al penúltimo puesto de la tabla. «Ellos llegan más angustiados que nosotros, pero no nos pondrán las cosas nada fáciles», avisa. A pesar de la delicada situación que vive el Bidasoa, el entrenador vaticina que será un encuentro abierto con opciones para ambos. «Cualquiera puede ganar porque el factor cancha en los derbis pierde valor».

Rivero ve a los irundarras como un adversario potente y peligroso, duro de batir. La calidad de sus jugadores, la solidez defensiva y la portería son sus bazas fundamentales, pero también las mayores preocupaciones para el mister baracaldés, que pedirá a sus hombres máxima concentración. El técnico no podrá contar con toda su artillería. Bruno podría causar baja debido al fallecimiento de su padre esta misma semana.