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Patxi López posa en uno de los salones de la Lehendakaritza, donde se suele entrevistar con el resto de dirigentes políticos vascos. :: FOTOS: IOSU ONANDIA
«Es evidente que Batasuna le exige mucho más a ETA»
Patxi López | Lehendakari

«Es evidente que Batasuna le exige mucho más a ETA»

«Espero que la izquierda abertzale siga en la misma dirección y demuestre con hechos su apuesta por las vías políticas»

DAVID GUADILLA

Domingo, 16 de enero 2011, 10:02

Patxi López y su equipo observan con insistencia el reloj. Se les ve con prisa. Es miércoles por la mañana. Sede de la Lehendakartiza. Vitoria. Hace menos de 48 horas que ETA ha declarado un «alto el fuego permanente y general» en un comunicado que ha dejado fríos a los principales partidos vascos. Un paso, pero «no el paso definitivo», ha sido su diagnóstico común. Antes de iniciarse la entrevista con EL CORREO, los colaboradores del lehendakari insisten en que anda muy escaso de tiempo, en que tiene serios problemas de agenda. Por la noche preside en Madrid la gala del turismo de Euskadi. No parece que ese sea el motivo. ¿Alguna cita imprevista? Horas después se conocerá que sí: José Luis Rodríguez Zapatero le ha invitado a comer en La Moncloa para analizar el escenario abierto tras la tregua. Acabada la sesión de fotos, se despide antes de salir raudo hacia la capital de España. La entrevista se actualiza posteriormente por teléfono.

-¿Comparten usted y el presidente del Gobierno el mismo diagnóstico sobre la situación creada tras el comunicado de ETA?

- Sí. Ambos creemos que es un paso, pero no la noticia que esperamos todos.

- ¿No tienen diferentes matices?

- En lo básico, no. Hay una lectura común.

- ¿Cree que estamos ante el final irreversible de la violencia?

- Creo que estamos más cerca porque ETA ha empezado a asumir que ese final es inevitable. El comunicado es una demostración de su debilidad, de la fortaleza del Estado de Derecho, que le ha hecho entender que no va a conseguir ninguno de sus objetivos mediante la violencia, y lo creo también porque el comunicado ha sido por la propia presión de la sociedad vasca.

- ¿Incluida la izquierda abertzale?

- Incluida la propia izquierda abertzale. Es evidente que en los últimos meses está también pidiendo a ETA que no sólo haga este comunicado, sino que vaya mucho más allá. Posiblemente estemos en el principio del fin, aunque no le podamos poner fecha.

- ¿Pero coincide con los portavoces de la izquierda abertzale en que es «el final del final» y de que es un proceso «irreversible»?

- Me parece positivo que sea la primera vez que sea la izquierda abertzale quien exija, presione y condicione a ETA, y no al revés, como ha sucedido hasta ahora.

- ¿Qué espera de la antigua Batasuna?

- Que siga dando pasos en la misma dirección. Que nos demuestre con hechos que la apuesta que dice querer mantener por las vías políticas y democráticas es seria. Que rompa cualquier relación con la banda terrorista, que asuma la ley y los valores democráticos y lo haga cuanto antes.

- ¿Ve factible a corto plazo un comunicado en el que ETA anuncie su final definitivo?

- Esa es una especulación que está empezando a circular en algunos ámbitos. Lo único cierto es que el texto del lunes no ha dejado satisfecho a casi nadie. A la propia izquierda abertzale no le ha podido satisfacer plenamente porque ellos pedían más. Pero no voy a entrar en elucubraciones. Lo único que hace falta es que ETA desaparezca.

- ¿Defiende la tesis de que no habrá un comunicado final, de que la banda se disolverá como un azucarillo?

- No lo sé, pero tengo la sensación de que se equivoca quien espere una declaración en la que ETA asuma sus errores, sus asesinatos y pida perdón. Hay que ser realistas.

- ¿No significa bajar el listón de la exigencia?

- No confundamos. Una cosa es lo que como demócratas nos gustaría que hiciese ETA y otra lo que vaya a hacer. Vamos a mantener la exigencia, y ésta pasa por comprobar que ha dejado de matar sin que tengamos que pagar nada a cambio.

- ¿Verificar su desaparición?

- Es que la mejor verificación es comprobar que no mata, que no extorsiona...

La Justicia decide

- ¿Piensa, como Jesús Eguiguren, que la legalización de Batasuna ayudaría a encarrilar el proceso y el fin de ETA?

- Sí. Pero porque eso supondría que o ETA ha desaparecido o que la izquierda abertzale ha recorrido el camino que le corresponde y ha asumido la legalidad, los principios democráticos y ha roto con la violencia. Pero lo tienen que hacer ellos. La pelota está en su tejado, no en el nuestro.

- ¿Y todavía, a pesar del último comunicado, no lo han hecho?

- Pues no. Declaraciones hemos tenido muchas a lo largo de la historia. También las hubo en este sentido en el anterior proceso de paz y luego quedaron en una nueva frustración para la sociedad vasca. Es el tiempo de pasar de las palabras, de las declaraciones a los hechos que demuestren que la izquierda abertzale quiere ser una formación legal con todos sus condicionantes.

- ¿Cree que se dan ya las condiciones para que esté en las urnas?

- Lo tiene que decidir la Justicia. Podemos hacer la pregunta de muchas maneras, pero siempre diré lo mismo. A la izquierda abertzale no se le exige más de lo que se nos exige a los demás. Si lo cumple y lo demuestra, la Justicia decidirá que es legal.

- ¿Pero usted lo ve factible?

- No es una cuestión de fe, sino de contrastar realidades. De que la Justicia vea que cumple los requisitos para poder estar. Que dan pasos que se afianzan y no dan vuelta atrás.

- Si, como parece, hay tensión dentro de ese mundo, ¿no sería conveniente realizar algún gesto para que los partidarios de las vías políticas puedan convencer más facilmente a los 'duros'?

- Ese mundo ha tenido la puerta abierta para integrarse en muchas ocasiones y siempre ha respondido manteniéndose debajo del paraguas de la banda terrorista. Todos los partidos y el conjunto de la sociedad vasca saben que los pasos los tienen que dar ellos. Si yo quiero ser una formación legal, yo tengo que recorrer ese camino para serlo. La democracia integra a todo aquel que quiera integrarse. Otra cosa es que lo quiera hacer.

- ¿Tampoco en la política penitenciaria? Aquí sí que tiene margen de maniobra el Gobierno.

- La política penitenciaria se adapta a las circunstancias, siempre lo ha hecho como pieza de la lucha contra el terrorismo. No es la misma que hace unos años. Seguro que evolucionará, pero quien tiene que evolucionar debe ser ese mundo.

- Está claro que, en estos 40 años de violencia terrorista, Euskadi ha sufrido una descapitalización humana, de empresarios, profesionales que no han podido soportar la presión. ¿Tiene previsto el Gobierno algún tipo de plan para atraerlos de nuevo al País Vasco?

- No sé si un plan concreto, pero sí tenemos que poner las condiciones para intentar que vuelva todo aquel que quiera. Y una condición básica es que desaparezca ETA. Cuando estamos empeñados en atraer talento, no sólo del que se fue de Euskadi, sino de otros países, con más razones hay que lograrlo. Hay que hacer un esfuerzo colectivo.

- Antonio Basagoiti ya ha dejado claro que no ve ningún paso en el comunicado de ETA. ¿No teme que se abran fisuras en la relación con el PP vasco?

- No. Las grandes formaciones estamos de acuerdo en lo básico.

- ¿Cree que va a resistir la unidad que por ahora han mantenido los principales partidos vascos?

- Espero que se mantenga en lo básico, en la firmeza y en la exigencia para que desaparezca la banda terrorista y en los requisitos para que la izquierda abertzale recupere la legalidad.

- Los principales dirigentes del PNV están subrayando estos días que Batasuna debe estar en las urnas.

- Insisto: es la izquierda abertzale la que tiene que legalizarse a sí misma. Si está en las urnas, perfecto, porque supondrá que se ha alejado de ETA. El PNV y nosotros podemos tener algunos puntos de vista diferentes, pero en lo básico hay un diagnóstico común.

- ¿Qué le parece la actitud jeltzale en esta cuestión?

- De mucha responsabilidad. Creo que, en general, hemos conseguido una unidad que no se había producido en los últimos tiempos. Y ése es un valor a preservar.

- ¿El hecho de que Zapatero recibiese a Urkullu el miércoles apenas unas horas después que a usted demuestra que el PNV es imprescindible para lograr el fin del terrorismo?

- Todos somos imprescindibles si queremos lograr la paz.

- ¿Hay más sintonía en esta cuestión que en otros temas?

- Existe una muy buena relación en este asunto.

Relación Urkullu-Zapatero

- ¿Le molesta la buena relación de Urkullu con Zapatero?

- Me parece bien. Las relaciones entre partidos políticos tienen que ser buenas. Me parece lógica porque el Gobierno socialista necesita lograr acuerdos en Madrid que le den estabilidad, y los ha conseguido a través del PNV. Es positivo que un partido nacionalista se implique en la gobernabilidad de España.

- ¿No tiene la sensación de que, con ese protagonismo del PNV, usted está pagando los platos rotos de la gobernabilidad de España?

- No, porque después de toda aquella burbuja sobre quién se quería colgar la medalla de las transferencias política activas de empleo, ha sido la consejera Gemma Zabaleta la que ha puesto en marcha las oficinas, la que ha definido la estrategia... Además, fue este Gobierno el que trabajó y negoció para conseguirlo.

- ¿Por qué cree que las encuestas siguen indicando que la ciudadanía no confía en su Gobierno?

- Porque no hay ninguna encuesta en ningún país del mundo que valore positivamente a su Gobierno en medio de una crisis como no ha habido en los últimos 80 años. Cuando uno es bombardeado permanentemente por problemas de desempleo y de falta de confianza de los mercados, es difícil que la gente exprese su confianza en los gobiernos. Pero la realidad del País Vasco es que hay un Ejecutivo que está gestionando bien y que, gracias a ello, nuestra situación es bastante mejor que en otras muchas partes.

- Pero es evidente que su pacto con el PP no acaba de cuajar en la calle.

- Pero también es evidente que va mejorando encuesta tras encuesta. Lo importante son las tendencias. Y la sociedad vasca cada vez ve mejor no sólo el entendimiento entre los dos grandes partidos, sino al propio Gobierno. Quizá el cambio necesite más tiempo, pero ha venido para quedarse.

- ¿Pero qué es el cambio?

- Nosotros llegamos al Gobierno con varios objetivos: dar tranquilidad a la política, alejar la confrontación de la vida pública, eliminar los espacios de impunidad del entorno de ETA, centrarnos en los problemas reales de la sociedad, intentar recuperar la economía... Y todos ellos se están cumpliendo. Va a haber mucha gente que querrá extenderlo a otras instituciones.

- ¿Eso significa generalizar el pacto con el PP?

- Yo hablo de extender los objetivos del cambio, que es impulsado por un Gobierno del PSE monocolor. Como siempre en Euskadi, los pactos tras las elecciones municipales serán plurales. De hecho, el propio PP está buscando acuerdos con otros partidos y podría acabar haciéndolo con el PNV. ¿Por qué no?

- Pongamos dos ejemplos. ¿Álava será el precio que ponga el PP para seguir apoyándole?

- Es que en Álava creo que va a ganar el PSE.

- ¿Y si vence el PP?

- Es que va a ganar el PSE. Pero no podemos entrar en especulaciones de este tipo, habrá que ver qué sale de las urnas.

- ¿Y en Bilbao? Si Azkuna no logra mayoría absoluta, ¿usted es partidario de desbancarlo del poder?

- Vamos a leer los resultados después de que hablen los ciudadanos.

- Si tuviera que decidirlo ahora, ¿volvería a pactar con el PP?

- Sí, porque todavía no he oído a nadie de los que tanto lo critican que me haya dicho en qué está en desacuerdo, que me explique en qué consiste eso del pacto frentista. No hay un solo contenido que no sea impecablemente democrático y que no busque el acuerdo con los demás.

El bienestar y la derecha

- Sin embargo, cualquier intento de marcar un perfil más izquierdista por su parte puede sonar contradictorio con ese pacto.

- No, porque mientras algunos partidos quieren desmantelar el Estado de bienestar, nosotros queremos hacer todo lo contrario: en medio de la crisis, tomar medidas de austeridad y de control para garantizar los servicios públicos. Y en eso no vamos a ceder con ningún partido de la derecha. Pero es que tampoco es el caso, porque con el PP hemos aprobado dos presupuestos en los que se garantiza ese Estado de bienestar.

- Usted llegó al Gobierno hablando de la Euskadi real. ¿La gestión de su Gabinete en materias como la sanidad o la educación, dos áreas conflictivas, recibe el aprobado de la sociedad?

- Claro. ¿O no es verdad que en la educación vasca teníamos que dejar atrás la guerra de los modelos lingüísticos para instalarla en el siglo XXI y estar mejor preparados para competir? ¿O no es verdad que la sanidad vasca se estaba dejando llevar por la inercia de lo hecho hace muchos años sin entender que enfrente teníamos un problema grave, el del envejecimiento de la población?

- ¿No hay un exceso de recortes sociales?

- Lo que se está haciendo es ordenar las ayudas para garantizarlas. Hay una premisa básica: no queremos un país de subsidiados sin más. Queremos proteger a los más débiles y que nadie quede abandonado a su suerte, pero también que todo aquel que reciba una ayuda ponga algo de su parte. Y eso significa estar activo para buscar un empleo.

- ¿Cómo explica la contratación de Melchor Gil, su cuñado, por una empresa participada por el Gobierno vasco?

- Lo que no entiendo es por qué una persona por ser miembro del Partido Socialista o mi cuñado queda inhabilitada para ser contratada por una empresa como Repsol para trabajar en otra compañía participada por el Gobierno. Melchor ya estaba en el consejo de Petronor antes de que yo fuese lehendakari y ha acreditado una carrera política y profesional en los consejos de varias compañías.

- Usted es miembro del Partido Socialista y fumador. ¿Cómo ve la ley antitabaco?

- Me ayuda a dejarlo. Me está sorprendiendo que siga siendo noticia porque cuando entras en los bares o restaurantes se ve con entera normalidad. Como sucedió en el resto de Europa. Parecía que iban a quemar los pubs en Irlanda y se asumió con normalidad.

- ¿Y la ley Sinde?

- Tenemos que encontrar una fórmula para defender los derechos de autor. Si alguien se descarga un disco y el artista no cobra nada, ¿va a hacer otro? Los derechos de autor hay que premiarlos. A mí me merece un respeto tan extraordinario aquel que es capaz de crear algo, aunque no me guste... Pero también es verdad que las nuevas tecnologías han eliminado a un montón de intermediarios, que eran los que más cobraban. De lo que se trata es de buscar un punto intermedio.

- ¿Nunca se ha 'bajado' nada ilegalmente?

- No, es que soy muy coleccionista y me gusta tener el soporte físico. Suelo aprovechar páginas de pago para escuchar algunos temas y luego comprar el disco.

- Por cierto, ¿dónde guarda su colección, en Ajuria Enea?

- Los vinilos en casa de mi madre en Portugalete, los CD en Bilbao y los nuevos aquí.

- ¿Se puede desconectar siendo lehendakari?

- Intento seguir con algunas rutinas: ir al cine, al supermercado, de paseo con Begoña... También me ayuda Canal Cocina. Ahora me he enganchado a una serie, 'Men in trees'.

- ¿Echa de menos Bilbao?

- Me he adaptado bien a Vitoria, pero sí lo echo algo de menos. A Bilbao y a mi cuadrilla de Portu.

- ¿Qué tal va el euskera?

- Mejorando. Estoy en ello.

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