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FERNANDO ITURRIBARRÍA Corresponsal
Sábado, 15 de enero 2011, 03:50
«Batasuna no apela a la disolución de ETA porque la misma ETA apela a su propia autodisolución en el último comunicado». Esta interpretación fue formulada ayer por Xabi Larralde, portavoz de la formación independentista en Francia -donde es legal-, en una rueda de prensa ofrecida en París en la que emplazó al Gobierno galo a involucrarse activamente en la resolución del conflicto vasco.
«Diciendo que dan un paso en la perspectiva de una resolución definitiva del conflicto se quiere decir que es un paso en la perspectiva de la desaparición definitiva de ETA como organización armada», interpretó Larralde. «Está claro y es explícito para quien quiera leer bien las cosas», aseveró en alusión al texto anunciador del alto el fuego.
En consonancia con esa idea se preguntó «cuándo los Estados van a pronunciar la autodisolución de las medidas represivas contra los habitantes del País Vasco y los militantes de la izquierda abertzale».
Larralde insistió en que todas las partes deben estar «a la altura de este momento histórico». «No nos jugamos si ETA va a desaparecer. Lo que está en juego es que no haya una nueva generación de vascos que se sienta en la obligación de defender los derechos que estimen justos por vías diferentes a las políticas y democráticas», planteó tras observar que en todas las generaciones, desde mediados del siglo XIX, ha habido vascos que han empuñado las armas.
«Un cuerpo cohesionado»
El representante por Iparralde en la mesa nacional de Batasuna planteó que el Gobierno francés debe poner término a las operaciones policiales y judiciales, así como respetar los derechos de los presos de ETA «reconociéndoles su estatuto político». También reclamó garantías para la expresión libre de las actividades de Batasuna, legal en Francia, cuando la dirigente Aurore Martin ha eludido su entrega a España en virtud de una euro-orden por terrorismo de la Audiencia Nacional.
Desde su punto de vista, la izquierda independentista es un «cuerpo político cohesionado a escala de las siete provincias» vascas que cuenta con una «opción legal en el Estado francés». «Lo importante es que tenga la posibilidad de un desarrollo pleno. Las siglas y los estatutos es algo secundario», indicó ante el anunciado registro de un nuevo partido, conforme con la legalidad, al otro lado de la frontera.
Larralde subrayó que «París deberá implicarse en una discusión con los agentes de la escena civil». «Eso significa tratar con ellos la cuestión del reconocimiento político del País Vasco norte y de un estatuto institucional específico», concluyó.
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