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FERNANDO ITURRIBARRÍA CORRESPONSAL
Jueves, 6 de enero 2011, 13:09
El zulo de ETA desmantelado el martes en un bosque de Dordoña (suroeste de Francia) contenía 250 kilos de nitrato amónico, cantidad con la que se puede fabricar cerca de 300 kilos de amonal, uno de los explosivos más utilizados en los atentados. La sustancia química se encontraba en buen estado de conservación según fuentes de la investigación, que no pudieron precisar si el escondrijo era antiguo o reciente.
La materia prima para el amonal había sido acondicionada en bolsas de plástico repartidas en una decena de pequeños contenedores de los empleados comúnmente para la basura doméstica. Los recipientes estaban disimulados bajo un montón de piedras en una zona boscosa perteneciente al término municipal de Montignac, a unos 200 kilómetros al este de Burdeos.
El amonal, compuesto por un 85% de nitrato amónico y un 15% de aluminio atomizado, puede provocar una reacción explosiva de carácter detonante si se confina en un recipiente metálico o es reactivado por un explosivo clásico. En sus manuales internos, ETA recomienda reforzarlo con un 5% de dinamita, pentrita o TNT para dinamizar la carga.
Los artificieros etarras también empleaban antiguamente el nitrato amónico para fabricar nagolita mediante la adicción de gasoil o fuel. Pero esta mezcla artesanal cayó en desuso pues era necesario utilizarla con una carga reforzadora en las 72 horas siguientes a su fabricación.
El zulo de Montignac fue descubierto el pasado 24 de diciembre por un paseante que movió los cantos que lo cubrían cuando buscaba minerales y piedras raras. Comunicó poco después el hallazgo a la Gendarmería local pero los servicios antiterroristas de París no fueron alertados hasta el martes por la tarde.
Especialistas de la policía científica y artificieros trabajaron durante todo el día de ayer en el paraje, que fue acordonado mientras duraron las labores de evacuación y rastreo de huellas. En el escondrijo no se encontraron armas, placas de matrícula ni otros productos habituales en los depósitos etarras, últimamente diseminados en orificios de no gran tamaño horadados en zonas deshabitadas de toda la franja sur de Francia.
En declaraciones publicadas ayer por el diario 'Sud Ouest', el alcalde de Montignac, Laurent Mathieu, no se mostró sorprendido por la aparición del zulo ya que en la región se ha detectado presencia de miembros de ETA desde hace años. «No estamos muy lejos del País Vasco. Los miembros de ETA siempre han estado presentes en el suroeste. Además, hace veintiséis años, mi madre había alquilado un alojamiento a independentistas buscados por la policía», recordó.
Con lanzagranadas
A sólo una veintena de kilómetros al oeste, en un bosque de Rouffignac Saint Cernin de Reilhac, un vecino sorprendió el 13 de mayo de 2004 a un comando etarra que se ejercitaba con lanzagranadas. Uno de los tres individuos le amenazó para que se marchara sin contar nada antes de escapar con una pareja que le esperaba en un utilitario de color blanco.
En la zona había un árbol destrozado y varios dañados por impactos de granadas anticarro Mecar de 83 mm. de las que se encontraron fragmentos metálicos. Una huella genética identificada en una gorra de marca Nike descubierta en el lugar fue posteriormente atribuida a Miren Itxaso Zaldua Iriberri 'Sahatsa', detenida un año después en Francia cuando era considerada responsable de la logística militar.
El zulo desmantelado ayer por los agentes franceses es el segundo de importancia hallado en Francia en los últimos meses. El 18 de septiembre pasado varios cazadores sorprendieron a dos etarras cuando merodeaban en torno a un zulo simulado en un bosque el término municipal de Verfeuil (departamento de Gard), en el sudeste del país. Los activistas huyeron y en el agujero se encontraron 29 armas, abundante munición y productos químicos líquidos dispuestos para ser empleados en la fabricación de explosivos.
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