El Ayuntamiento no encuentra comprador para dos solares residenciales de Miribilla

El Ayuntamiento de Bilbao ha visto frustrada la venta de dos parcelas para la construcción de viviendas libres en Miribilla. La subasta que convocó el mes pasado, con un precio de salida de 15,6 millones de euros, ha acabado declarándose desierta, algo impensable en los años de bonanza. Tan sólo dos empresas mostraron interés en estos terrenos, pero no llegaron a presentarse al considerar «demasiado exigentes» los requisitos del pliego de condiciones.

Los responsables municipales han recogido el guante y van a «flexibilizar» los criterios de la operación para dar salida a este patrimonio en una coyuntura desfavorable. El parón del mercado inmobiliario ha hecho languidecer lo que antes era una oferta tentadora para los constructores: dos solares que abarcan 3.145 metros cuadrados situados frente al parque de Miribilla, entre las calles Agarre y Mina de San Luis. En cada uno de ellos podrán construirse 75 pisos para venderlos en el mercado libre.

Son las últimas parcelas de titularidad municipal que quedan en el barrio, junto a otras dos reservadas a viviendas de alquiler social. A la hora de sacarlas a subasta, el Ayuntamiento puso varias condiciones. El adjudicatario deberá hacerse cargo de la limpieza del terreno, que figura en el inventario de suelos potencialmente contaminados, solicitar la licencia de obras en el plazo máximo de un año desde la firma del contrato y ejecutarlas en 24 meses. Cada mes de retraso se penalizará con 50.000 euros, según las bases de la subasta que ha quedado desierta. También se especifica que las empresas deben urbanizar los terrenos circundantes y reservar locales para equipamientos públicos, que se entregarán ya acondicionados.

El fracaso de la operación obligará al área de Hacienda a rehacer el pliego. La idea es que la subasta se vuelva a convocar en los próximos meses sobre otras bases más atractivas para los constructores en lugar de guardarla en un cajón a la espera de mejores tiempos. Nadie sabe cuándo pasará la crisis y el Ayuntamiento no está dispuesto a renunciar a esta fuente de recursos, además de que estas obras contribuirían a «relanzar el sector» en Bilbao. En el presupuesto de 2011 se contempla un incremento importante de los ingresos patrimoniales, fundamentalmente porque la apertura del edificio de San Agustín permitirá desalojar y vender locales.

El impacto de la crisis, en cualquier caso, ha puesto en cuestión el modelo de construcción de viviendas como motor económico de operaciones urbanísticas. El mejor ejemplo es la sociedad pública Bilbao Ría 2000, cuya financiación siempre se ha basado en esta fórmula. El Ayuntamiento acaba de darle su aval para que solicite otros 50 millones de crédito, ya que, como ha ocurrido ahora en Miribilla, sigue sin vender terrenos.