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R. BASIC
Viernes, 31 de diciembre 2010, 09:18
La celebración del tradicional partido navideño de la selección de Euskadi, en suspensión durante los últimos dos años, ha vuelto a poner de manifiesto el tirón de una cita históricamente reivindicativa, que el miércoles se convirtió en un clamor popular por la oficialidad tanto en las calles de Bilbao como en San Mamés. La victoria ante Venezuela puso la guinda a una jornada de marcado carácter político que al principio se tradujo en proclamas a favor de la independencia y acabó con los insultos al Ejecutivo de Patxi López. Mientras se celebraban los goles y la fiesta terminó con una previsible invasión de campo. «El balance es muy positivo», manifestó ayer Patxi Mutiloa, director de Deportes del Gobierno vasco. «El partido ha sido un éxito», añadió Santiago Arostegui, presidente de la Federación vasca, quien lamentó el comportamiento «irrespetuoso» de un sector del público.
Mutiloa se felicitó por el lleno de San Mamés, tomado por una marea tricolor, «lo que no sucedió en el último partido contra Catalunya», recordó. No se detuvo en las interpretaciones políticas del evento, aunque dejó claro que el encuentro supone «un paso en buena dirección, pero siendo muy conscientes del contexto en el que estamos. La gente del fútbol lo sabe perfectamente». Aclaró, además, que el futuro de Euskal selekzioa «depende de la Federación vasca».
Arostegui asumió el reto y ya está trabajando en la organización de un triangular en el que participaría Catalunya y una tercera selección por confirmar. «En enero nos pondremos en marcha. Ahora habrá que esperar después de lo que ha pasado en la Federación catalana», apuntó en alusión a la dimisión de una quincena de directivos que ha dejado el organismo en manos de una gestora. Y también valoró el partido ante Venezuela. «Estamos enormemente satisfechos desde el punto de vista deportivo. Ha sido un éxito», radiografió el evento, aunque dejó constancia de su profunda «preocupación» por la actitud de algunos de los aficionados.
Éxito de audiencia en la ETB
Arostegui consideró que las maneras de un sector del público se salieron de lo que debería haber sido «una actitud civilizada. La gente no estuvo respetuosa y eso nos ha dejado muy preocupados». Los insultos al lehendakari y a su Gobierno también fueron rechazados por el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, quien censuró el comportamiento de los aficionados, mientras la consejera de Cultura y Deportes, Blanca Urgell, restó importancia a lo ocurrido.
Los ecos del partido fueron recogidos también por el jeltzale Joseba Egibar, quien abogó por jugar todos los años contra Catalunya «hasta conseguir la oficialidad». Argumentó que se trata de «dos naciones que están en primera línea de reivindicación» e insistió en que la oficialidad «es una cuestión de voluntad política» de la que, a su juicio, carece el Gobierno vasco.
Por otra parte, el partido fue el espacio más visto en ETB ese día, con un 19% de cuota de pantalla y una audiencia media de 161.000 telespectadores. En total, más de 500.000 personas conectaron con el partido a lo largo de su emisión.
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