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Los futbolistas de Euskal selekzioa entrenan en Lezama./ J.Alemany
La selección vasca abre una nueva era
Partido de navidad

La selección vasca abre una nueva era

Un San Mamés a reventar consagrará esta noche el regreso de la tricolor ante Venezuela El partido en favor de la oficialidad debe servir de punto de inflexión para las citas del futuro

IVÁN ORIO

Miércoles, 29 de diciembre 2010, 10:42

La selección vasca abre esta noche una nueva era ante Venezuela en San Mamés (20.45 horas, ETB 1) en un partido que debe servir de punto de inflexión para las citas del futuro después de dos años en blanco por el enconado conflicto entre los futbolistas y la Federación por la oficialidad, reivindicación que estará muy presente antes y durante el encuentro. 'La Catedral' consagrará con otro llenazo histórico y un gigantesco mosaico rojo, blanco y verde el regreso 'in extremis' de la tricolor, que se presenta con un plantel reformado por el cambio generacional y bajas importantes por lesiones y decisiones técnicas de sus equipos de última hora. Euskal selekzioa se entrenó ayer en Lezama a las órdenes de José Ángel Iribar y Miguel Etxarri, y volverá a hacerlo esta mañana. Por su parte, el descafeinado combinado 'vinotinto', que llega al choque navideño sin sus grandes referencias, renunció a ejercitarse ayer y lo hará hoy en Sondika.

Los jugadores y los dirigentes federativos tienen depositadas grandes esperanzas en un partido que ha sido posible gracias a la firma de una tregua en el último momento al notar muy cerca la presión social. De hecho, los aficionados han respondido como suele ser habitual y poblarán esta noche las gradas del santuario rojiblanco, que lucirá sus mejores galas para bendecir un encuentro que cierra de momento una brecha que parecía insalvable. La fidelidad de los seguidores supone también un serio toque de atención a las dos partes enfrentadas, que deberán sentar unas bases sólidas a lo largo de 2011 para que los errores del pasado no vuelvan a repetirse y la cita navideña esté blindada ante polémicas de cualquier signo. El prestigio y la imagen de la tricolor están por tanto en juego.

Deporte, fiesta y la reivindicación de la homologación internacional serán las tres patas sobre las que descansará un encuentro cuya convocatoria inicial tiene poco que ver con la definitiva por la negativa de algunos clubes a ceder a sus futbolistas y por molestias y lesiones en el último momento. El Valencia, el Zaragoza y el Mónaco han impedido viajar a Bilbao a Aritz Aduriz, a Ander Herrera y al portero Stephane Ruffier, respectivamente. Fernando Llorente nunca ha llegado a estar en la lista porque el Athletic acordó su reposo, mientras que Mikel San José, con gripe, y Carlos Martínez, con problemas físicos, han causado baja. Los seleccionadores han tenido que llamar con urgencia a Zurutuza, Labaka y Asier Riesgo para completar una plantilla de 21 hombres y poder conformar un equipo de garantías. Venezuela, por su parte, viene con lo puesto, ya que sus futbolistas con mayor proyección, como Miku, del Getafe, y Rondón, del Málaga, no estarán en San Mamés.

Nuevos pasos

Pero nada de esto ha desanimado a la afición, que volverá a convertir 'La Catedral' en algo más que un estadio para alentar a los suyos e iniciar en comunión la apertura de una nueva época que trascienda el compromiso navideño. Y es que, según el acuerdo de mínimos al que han llegado los jugadores y la Federación y que todavía está por concretar, Euskal selekzioa estará muy activa el próximo año para que su nombre se escuche en el escaparate internacional y los pasos hacia la oficialidad vayan tomando cuerpo. Los responsables del fútbol vasco tienen intención de organizar un encuentro en mayo y, además, barajan la alternativa de disputar un triangular en fechas oficiales en el que tomarían parte Euskadi, Catalunya y otra selección.

Pero hasta que lleguen esos partidos, Euskal Selekzioa debe centrarse en Venezuela. Sus integrantes se reunieron ayer en Lezama para preparar el choque y posaron para la foto de familia. No aparece en ella Javi Martínez, que se retrasó unos minutos y que abandonó la sesión antes que el resto para evitar complicaciones. En principio, según fuentes oficiales, está listo para jugar. Hoy también tiene previsto sumarse a la concentración el madridista Xabi Alonso, que no pudo estar presente en los últimos partidos de Euskadi porque por aquel entonces jugaba en la Premier, que no para en Navidad.

El entrenamiento fue suave. Un poco de trote para empezar y, después, ejercicios de manejo de balón. A su término, Joseba Llorente aseguró que la selección vasca tiene «un equipazo» y que puede competir ante cualquier rival con independencia de su entidad. «Es un partido bonito para disfrutar. Es una historia que a muchos nos gusta. A ver si esto tira para adelante», subrayó. El delantero de la Real Sociedad aseguró comprender que algunos clubes no hayan autorizado a sus jugadores a vestir esta noche la elástica verde porque el domingo o el lunes tienen compromisos «importantísimos» en Liga.

También Asier Riesgo, de Osasuna, considera que los partidos de Euskal selekzioa tienen «un componente especial». El guardameta, llamado a última hora para suplir la baja de Ruffier, tercer cancerbero de Francia en el Mundial de Sudáfrica, no dudó en aceptar porque ya ha tenido la oportunidad de vivir algún encuentro con Euskadi «y es algo único».

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