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V. DUCRÓS
Jueves, 16 de diciembre 2010, 04:39
Cinco 'killers' letales en la LEB Plata y los cinco en las filas del Clavijo. Cada año, el equipo riojano sorprende con los fichajes. Éste no ha sido excepción. Al principio de temporada, Jesús Sala rebuscó en ligas desconocidas y se trajo desde Finlandia a Kyle Swanston. La jugada le ha salido bien al madrileño. Lo mismo cuando decidió apostar por todo un seguro David Mesa. Lo culminó con un base polivalente Matt Witt. Esos tres nuevos rostros los metió en una coctelera junto a dos jugadores de la temporada pasada: Alfredo Ott y Sidnei de Santana. La mezcla, explosiva, perfecta.
El Clavijo solo ha perdido un encuentro esta temporada, contra el Promobys Hoteles Tíjola. En ese encuentro Kyle Swanston no formó parte del quinteto titular. Pero a partir de ese partido y cinco jornadas más adelante, los números no dejan lugar a dudas. Cinco victorias y liderato. En los cinco triunfos, Swanston, Ott, Witt, Mesa y Sidao han sido el quinteto titular.
La clave del éxito de este quinteto del Clavijo «es que todos jugamos como equipo». No sólo ellos, reconocen al unísono, sino toda la plantilla. «La clave es que el rival no sabe a quién tiene que defender», apuntan. «Influye mucho cómo se empieza para ver cómo se va a desarrollar el resto del encuentro», señala Matt Witt. El estadounidense es el segundo máximo anotador de la categoría -empatado a puntos con el primero, Kevin Ratzsch (Feve Oviedo)-, con 173 puntos (15,73 puntos por partido), pero, además, el base ocupa el primer puesto en asistencias, con 68 (6,18 por partido).
Sidnei de Santana, uno de los más queridos por la afición riojana, resalta la calidad del vestuario, deportiva y humana. «Lo que se ve en la cancha, también pasa dentro, en el vestuario. Hay muy buena dinámica entre nosotros. Estamos compenetrados y nos divertimos».
El idioma no ha sido ningún problema. «El míster habla inglés», bromea Swanston. Pero, sobre la cancha, este equipo, con solo mirarse, se entiende. «El baloncesto, en sí, es un idioma universal», subraya Alfredo Ott. Frase de nota entre unos compañeros y amigos que vigilan cada una de las palabras del otro para poder bromear con sus respuestas. Entre Matt Witt y Kyle Swanston sobra el inglés. Se pudo ver en el 'alley-oop' que el base realizó para que Swanston pusiera en pie al Palacio de los Deportes, en el partido que les enfrentó contra el River Andorra.
El show continúa
Los cinco son un espectáculo en ellos mismos. «Yo levanto el dedo y Matt me entiende», explica el alero. «Cada uno sabe lo que quiere en cada momento», añade Mesa. Detrás de cada jugada hay mucho trabajo diario. El primero en saltar a los entrenamientos siempre suele ser el pequeño, Borja Arévalo. «El primero en llegar y el último en irse siempre», le vende Sidnei de Santana. Para el pívot, la clave del éxito de este quinteto reside «en la unión». Toda la plantilla es una piña, incluidos ellos cinco.
Para Matt Witt lo importante «es que los tres nuevos hemos sabido adaptarnos bien, nos llevamos genial con el resto y así podemos trabajar juntos muy bien». Ott, por su parte, resalta que lo que le hace al Clavijo un equipo peligroso es que «todos nosotros somos valiosos, si uno no tiene un buen día hay otro que le apoya y con ello se lo ponemos muy difícil al equipo rival, que no sabe al final a quién terminar defendiendo».
David Mesa comparte, al igual que Swanston, la opinión del escolta. «Es increíble la cantidad de recursos que tiene este equipo, en ataque, en defensa; no solo hay un jugador bueno, sino una plantilla».
El objetivo del equipo «es ganar el siguiente partido y pensar semana a semana en la siguiente meta». Eso es lo que les ha llevado a ser el equipo mejor valorado (97,7 puntos de media), el que más puntos anota (86,7 por partido), el que mejor porcentaje de tiros de dos posee (60,2% por encuentro)... Unas estadísticas rompedoras que ha llevado al Clavijo a ocupar lo más alto de la tabla. Líder en solitario y más cerca de la Copa.
No quieren obsesionarse con esa competición, sino que quieren ir partido a partido y ver lo que les depara el futuro, aunque «mentiríamos si dijésemos que no pensamos en la Copa, pero no es algo prioritario para nosotros; lo que es importante es ganar cada partido», remarca Mesa, con mirada incluida a Jesús Sala. Lección aprendida. Los pies, siempre en el suelo.
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