

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
ANTONIO SANTOS
Martes, 23 de noviembre 2010, 09:49
Las aguas siguen revueltas en EiTB. Dirección y comité de empresa mantuvieron ayer una reunión para tratar de rebajar la tensión de las últimas semanas. A un lado se sentaron el director general, Alberto Surio, y el gerente, José Ángel Quintanilla. Del otro, los representantes de los trabajadores, entre los que figuran los sindicatos ELA, LAB, KLB y CC OO. El encuentro evidenció las discrepancias que ambas partes mantienen sobre la gestión de la radio televisión pública vasca, aunque unos y otros manifestaron su voluntad de reducir el enfrentamiento.
Un conflicto cuya mecha prendió el pasado 25 de octubre con la negativa de una redactora a firmar una noticia para el informativo de ETB-2 sobre el aniversario del Estatuto, y el rechazo del PNV a celebrarlo a pesar de haber pactado pocos días antes con Zapatero la transferencia a Euskadi de las competencias pendientes. Tras este hecho, llegaron las acusaciones mutuas.
La dirección abrió expediente a esta trabajadora y una compañera que envió un mensaje por correo electrónico a toda la plantilla arremetiendo contra el responsable de Política de los informativos.Los gestorers entendían que su comportamiento había perjudicado a la compañía. El comité, por su parte, denunció la «censura» que, en su opinión, los nuevos responsables están impulsando y se concentraron ante el lehendakari como señal de protesta. Días después, el director de la televisión, Miguel Ángel Idigoras, les respondió en una entrevista en EL CORREO en la que aseguraba que «la izquierda abertzale y sectores radicales del PNV están incendiando» EiTB desde dentro. La dirección, al final, dejó el expediente abierto en un simple apercibimiento.
El paso del tiempo y la creencia de todos los implicados de que no pueden seguir echando leña al fuego ha serenado los ánimos, aunque ambas partes mantienen sus posturas inalterables. Los sindicatos exigen a la empresa que retire el apercibimiento a las dos empleadas. Consideran que los actuales gestores han actuado de forma «muy grave», atacado la «dignidad» de los profesionales y tomado decisiones «desde el empecinamiento». El equipo de Surio les transmitió ayer que no dará marcha atrás y que la medida adoptada respecto de esas empleadas solo ha sido «un toque de atención» por su comportamiento «incorrecto» y porque el suceso «trascendió al exterior».
«Ataque a la libertad»
ELA y LAB se mostraron críticos con la dirección tras la reunión. El sindicato dirigido por Adolfo Muñoz expresó su malestar a través de un comunicado, en el que reafirma la «independencia» de la plantilla de EiTB e insiste en que se retiren los apercibimientos, «uno verbal y otro por escrito».
LAB fue más contundente. En rueda de prensa en Bilbao, sus representantes -Jon Otegi, Andoni Basabe y Jasone Agirre, esta última una de las dos trabajadoras amonestadas- aseguraron que la conducta sancionada no se recoge en el régimen disciplinario del ente público y mostraron su temor a que éste sea un precedente para extender en el futuro la «violencia ideológica» sobre otros trabajadores.
En su opinión, el equipo directivo ha cometido un «abuso de autoridad». La central cree que, de seguir por esta línea, se llegaría a episodios de «acoso ideológico o moral» sobre la plantilla y no descarta poner en marcha nuevas movilizaciones, incluso judiciales.
En este sentido, reitera su versión de los hechos y sostiene que hubo un intento «claro» de censurar el trabajo de una periodista, en lo que califican de «ataque a la libertad de expresión». Unos extremos que la dirección reiteró ayer que son «falsos».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.