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EL CORREO
Jueves, 18 de noviembre 2010, 03:50
El Ministerio de Sanidad aprobó en mayo de 2009 que la llamada píldora del día después pudiera venderse en las farmacias libremente, sin receta ni límite de edad. Desde entonces, esta decisión ha estado rodeada de polémica, sobre todo por las críticas lanzadas desde las organizaciones médicas, que consideran que se está banalizando el uso de este método por carecer de un control real por parte de un especialista. Así se recoge en las conclusiones del informe 'Nuevos retos para la profesión médica: una aportación al debate social', elaborado por la Organización Médica Colegial (OMC).
Según este estudio, que incorpora las opiniones de más de 500 directivos de los colegios médicos provinciales y autonómicos, el 94% de los facultativos considera que, desde que se puede comprar en farmacias sin la necesidad de receta, las mujeres «están abusando» de esta píldora. «Su uso es continuo y en relación con la actividad sexual, como si se tratara de un fármaco anticonceptivo, así que no podemos asegurar que su uso repetido no esté exento de riesgos y complicaciones que pueden aparecer en cualquier mujer», reza el informe.
Por ello, y ante el riesgo de que los jóvenes ya no relacionen la píldora del día después como un método ocasional sino convencional, el máximo representante de los médicos en España y presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, aboga por promover que su dispensación sea en los centros de Atención Primaria y con la necesidad de prescripción por parte de un facultativo, una medida apoyada por el 48% de los médicos encuestados.
El informe también recoge que la mitad de los galenos consultados considera que el mecanismo de acción de esta píldora es, además de anticonceptivo, también abortivo, e incluso siete de cada cien lo considera solo un método abortivo. Esta opinión choca radicalmente con la esgrimida en 2009 por Trinidad Jiménez, por aquel entonces ministra de Sanidad. «No es, de ningún modo, un método abortivo. Es un anticonceptivo de urgencia», recalcó.
Mayores de 18 años
Los porcentajes descienden cuando los médicos son cuestionados sobre la necesidad de limitar la entrega de la píldora a las menores de edad -ahora es accesible para mayores de 16 años-. Solo el 22,3% apoya esta propuesta.
Preguntados por la interrupción voluntaria del embarazo, el 28% de los facultativos no está conforme con que se pueda abortar en el primer trimestre cuando la mujer o un médico lo decidan, mientras que siete de cada diez están en contra de que las «chicas» de 16 y 17 años tengan «autonomía absoluta» para abortar.
Del mismo modo, más de la mitad de los encuestados no cree que con la nueva ley del aborto vayan a tener mayores garantías, de ahí la necesidad de crear un registro voluntario de objetores de conciencia en los colegios médicos «como garantía de lo objetado y seguridad del objetor».
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