López, ausente en un acto con mayoría de presidentes autonómicos

El Gobierno vasco asistió ayer al desfile militar organizado con motivo de la Fiesta Nacional, o Día de la Hispanidad, aunque esta vez tampoco estuvo representado por su máxima autoridad. Por segundo año consecutivo el lehendakari, Patxi López, no acudió a la cita, una ausencia que desde el Ejecutivo de Vitoria atribuyeron a «motivos personales». La encargada de viajar a Madrid en esta ocasión fue la consejera de Educación, Isabel Celaá.

El año pasado, tras la llegada de López a Ajuria Enea, la representación recayó en el responsable de Interior, Rodolfo Ares. Fue la primera vez que un miembro del Ejecutivo de Euskadi presenciaba el desfile en toda la historia. También estuvo en la tribuna de invitados la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga. Tanto Ares como Quiroga enmarcaron este gesto, muy criticado por partidos como EA y EB, dentro de la «normalidad democrática» y del «respeto institucional». La presidenta de la Cámara de Vitoria destacó, asimismo, el hecho de haber «roto» con la actitud de los anteriores gabinetes dirigidos por el PNV, que «han dado plantón año tras año».

La ausencia de Patxi López a tan señalada cita no fue la única. A la celebración, enmarcada en pleno puente festivo, también faltaron ayer presidentes autonómicos como Pedro Sanz (La Rioja), Ramón Luis Valcárcel (Murcia), José Antonio Griñán (Andalucía), Francesc Antich (Islas Baleares) o Paulino Rivero, jefe del Ejecutivo canario. Quienes sí asistieron al desfile fueron los máximos representantes de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces; de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; de Navarra, Miguel Sanz; de Madrid, Esperanza Aguirre; de Aragón, Marcelino Iglesias; de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. También acudió a la festividad institucional, tras dos años de ausencia y en puertas de unas elecciones autonómicas, el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla. Todos ellos presenciaron la parada, que arrancó de la plaza de Cuzco y recorrió gran parte del paseo de La Castellana, con la participación de 3.000 militares y más de 350 vehículos del Ejército.

José María Barreda reconoció la «labor impagable» desempeñada por la Guardia Civil y recordó al capitán José María Galera Córdoba, fallecido el pasado agosto en Afganistán. Por su parte, el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, afeó que una parte del público abucheara a Zapatero «cuando sonanba el himno o se estaba homenajeando a los caídos y a la bandera». «Es una falta de educación», censuró.