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IVÁN ALONSO
Viernes, 8 de octubre 2010, 04:28
Tras el «importante» empate en casa con el Bidasoa Irún por 31 goles, como recalca el técnico auriazul Txanpi Rivero, el Barakaldo Balonmano visita mañana (18.30 horas) la cancha del Ingenieros Almoradí con el único objetivo de llevarse los dos puntos ante un rival directo que, sin embargo, no ha empezado la temporada con buen pie: continúa último con cero puntos y 21 negativos ya acumulados. Una oportunidad de oro para que los pupilos de Rivero la aprovechen.
«En realidad, hay cuatro puntos en juego», matiza con ironía el entrenador baracaldés para preparar a jugadores y afición ante un encuentro disputado, que estará igualado y «muy difícil» contra un equipo que, asegura una y otra vez, «se encuentra al mismo nivel que nosotros». El hecho de que los alicantinos carguen con el sambenito de ser el rival más débil de la categoría no hace que Rivero se relaje. «Está claro que necesitan ganar», avisa, «y saldrán a por los dos puntos». Durante la anterior jornada, por ejemplo, perdieron sólo por tres goles ante el Palmanaranja, actual cuarto clasificado, «y uno de los equipos que estará arriba a finales de temporada», recuerda el técnico fabril.
No en vano, a pesar de su delicada situación clasificatoria, el Ingenieros Almoradí ha conseguido hacer a sus rivales 88 goles, registro que mejora, por ejemplo, el del quinto clasificado en Liga. Es en las tareas defensivas y en el frágil trabajo de portería donde los alicantinos revelan todas sus carencias, llevando de momento el peor tanteo de goles en contra del grupo, 109 en total, que convierten su meta en toda una tentación.
Una defensa abierta y rápidos contraataques son las armas de un desesperado Almoradí para intentar llevarse la victoria. Frente a ello el Barakaldo opondrá su solidez defensiva y una delantera que Rivero defiende a capa y espada. «La verdad es que nuestro ataque está muy por encima de las expectativas, dado el limitado equipo que teníamos al empezar la temporada. Nos encontrábamos sin lanzadores natos, sin jugadores extranjeros y, a pesar de todo ello, se están metiendo goles», desgrana.
Un largo y penoso viaje
El Barakaldo acude a tierras alicantinas siendo el tercer equipo menos goleado de la Liga, situado en la zona templada de la clasificación y con un equipo que, poco a poco, va encontrando su propio estilo y juego.
El importante empate arañado al Bidasoa Irún ha dejado durante esta semana a los auriazules la impresión de que pudieron haberse hecho con el partido y eso ha llenado de optimismo sus filas. Ahora, mentalizados para el choque en tierras alicantinas, se preparan para un largo y penoso viaje, «en condiciones no muy buenas», se lamenta Txanpi Rivero. Y es que las cuentas del club durante esta temporada siguen ahogando al equipo en todos los sentidos.
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