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MARTA PECIÑA
Viernes, 8 de octubre 2010, 04:37
Las uvas de txakoli cotizan mucho más altas este año que las tintas de la Rioja Alavesa. Mientras que en la región vitivinícola tradicional de Álava, un kilo cuesta en torno a 0,6 euros, en la comarca ayalesa, las uvas para la elaboración de txakoli se pagan al doble, entre 1,10 y 1,20 euros por kilo, en función de la calidad del producto.
Bien es cierto que la producción en Llodio, Amurrio y Okondo es mucho más limitada y que los bodegueros se darán por satisfechos si recogen, al menos, la misma cantidad de uva que el año pasado, cuando se pusieron en el mercado 336.500 botellas de txakoli. Aquel fue el resultado de una cosecha que alcanzó 386.000 kilos de uva. Este año, los resultados empezarán a verse mañana, cuando comience la vendimia, que se prolongará durante una semana.
La producción es muy corta, y la demanda elevada. De hecho, cuando la climatología no favorece el desarrollo de las uvas, los productores de Arabako Txakolina llegan a pasar verdaderos apuros para abastecer a sus clientes.
La cosecha de este año en Ayala se presenta con buena cara. «Le ha costado madurar, pero hemos alcanzado los 12 grados, aunque en algunas fincas, se mantiene en 11 grados», explicó ayer el gerente de la Denominación de Origen, José Antonio Merino, que también espera que la calidad de la uva sea muy buena o excelente, como la de los últimos años.
En la comarca de Ayala hay 62 hectáreas de viñas. Algunas todavía apenas tienen uvas porque se han plantado recientemente, aunque en tres años se espera alcanzar una producción que ronde el millón de botellas.
Los bodegueros se encuentran en pleno debate acerca de si solicitan nuevos permisos de plantación a la Diputación alavesa a pesar de que todavía no se han completado los que lograron en 2006 para plantar 100 hectáreas. Los productores tienen en cuenta sus aspiraciones, pero al mismo tiempo miran de reojo lo que hace el resto de las denominaciones de origen de txakoli; Vizcaya y Getaria. Los primeros ya ponen en el mercado cada año un millón de botellas, mientras que los guipuzcoanos alcanzan los 2,5 millones. De momento, el objetivo es mantener el equilibrio para que todos puedan mantener sus cuotas.
Mercado exterior
Por su parte, Arabako Txakolina dirige sus esfuerzos en otro sentido: la exportación. En la última cosecha, se envió a otros países el 11% de la producción. El mercado más importante es Estados Unidos, con 28.500 botellas enviadas, Japón, Francia e Inglaterra, con 2.500 botellas a cada país y Noruega con 1.500. Algo tiene que ver la excelente posición que han alcanzado los caldos alaveses en la prestigiosa guía Parker, con 88 y 90 puntos sobre 100.
La comarca cuenta con siete bodegas. Xarmant, en Amurrio, es la bodega común en la que depositan las uvas los productores más pequeños. Gárate y Beldui están radicadas en Llodio ; Txomin Solaún, Xarmant, Artomaña y Arzabro ,en Amurrio, y señorío de Astobiza, en Okondo.
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