Labraza homenajea a sus regidores y a Arabarri con los recién creados premios San Miguel

Nunca es tarde para premiar el trabajo bien hecho y eso hicieron ayer los vecinos de Labraza con los alcaldes y presidentes que han gobernado esta villa amurallada desde el siglo pasado. Con motivo de la festividad de San Miguel Arcángel esta pequeña localidad de la Rioja Alavesa celebró la primera edición de los premios que llevan el nombre de su patrono para rendir un «merecido» homenaje a sus veteranos regidores. «Era el momento de reconocer que estas personas lo han dado todo por sus vecinos. Si la política de altos vuelos se aplicase con el tesón que lo han hecho ellos nos iría mejor», destacó el presidente de la junta, José Miguel Argomániz.

El acto tuvo lugar en la iglesia de San Miguel en donde los ocho protagonistas de la jornada recibieron este emotivo reconocimiento por parte de sus vecinos. En concreto, Labraza premió a Urbano Requibatiz, Francisco Esquide, Abel Quintana, Silvio García, Begoña Mazo, Ángel Martínez de Olcoz, Alfonso García y María Begoña Martínez de Olcoz.

Una mención especial tuvo la sociedad foral Arabarri. Labraza galardonó también a este organismo por su labor en la restauración de la muralla y lograr el premio Mundial de Ciudades Amuralladas. El municipio recibió este reconocimiento hace dos años. «Nuestro mejor éxito ha sido haber aunado todas las voluntades en defensa de este patrimonio. Este premio mundial no sólo va a dar a conocer a la villa sino que va a hacer que el calor hospitalario de sus vecinos quede grabado en los visitantes», agradeció el premio el gerente de Arabarri, Antón Zubiagirre.