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ÓSCAR B. DE OTÁLORA
Miércoles, 15 de septiembre 2010, 12:10
La Guardia Civil, en una operación combinada con el Centro Nacional de Inteligencia, desmanteló ayer la cúpula de la organización ilegal Ekin, considerada en estos momentos como la correa de transmisión de ETA en la izquierda abertzale. Los agentes detuvieron a nueve personas en Euskadi, Navarra, Cantabria y Aragón. Ekin, según el Ministerio de Interior, tenía como misión ser la «columna vertebral» del colectivo ilegalizado bajo las órdenes de la banda terrorista.
La operación es una de las de mayor calado llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad en los últimos meses, no sólo por el alcance de las detenciones -se considera neutralizada la dirección de Ekin- sino también por el momento político tan sensible en el que se ha producido. La redada ha tenido lugar nueve días después de que ETA hiciese público un comunicado en el que anunciaba el cese de las «acciones ofensivas armadas», declaración que el Gobierno ha considerado inútil de cara a propiciar un cambio en su política antiterrorista. Para demostrarlo, las capturas de ayer ponen de manifiesto que el Ejecutivo no ha modificado en absoluto su estrategia de mantener la máxima presión policial sobre el entramado del MLNV. El Ministerio de Interior ha demostrado, por la vía de los hechos, que «el Estado no está en tregua».
Pero las detenciones han tenido un efecto derivado, ya que afectan a una organización ilegalizada en 2007 que en los últimos meses había cobrado, sin embargo, una gran importancia en el seno de la izquierda abertzale. No en vano, su misión consistía en condicionar el debate sobre un hipotético final de la violencia abierto en el seno de la antigua Batasuna.
Un ejemplo de su papel puede encontrarse en enero pasado, cuando la izquierda abertzale comenzó a debatir cuál debía ser su inminente estrategia. Mientras la ilegalizada Batasuna apostó por la ponencia 'Zutik Euskalherria' a favor de las vías políticas, ETA presentó su documento 'Mugarrik', en el que se apoyaba la violencia y cuya defensa en los debates estaba encomendada a los miembros de Ekin. En esta pugna, Ekin salió derrotada, puesto que en algunas asambleas ni siquiera se les permitió exponer su proyecto.
Diversos analistas y el propio Ministerio de Interior señalaron ayer que este último grupo había recibido la orden de reorganizarse con el objetivo de volver a tomar las riendas de la izquierda abertzale al completo; movimientos que se inscriben en la pugna interna entre los sectores más duros, representados por Ekin, y Batasuna por hacerse con el control del entramado. La derrota del primero, en este sentido, permitió que Batasuna forzase un mensaje más sólido en torno al polo soberanista y a la necesidad de utilizar las vías políticas.
Los expertos de la lucha antiterrorista deducen que el comunicado de ETA anunciando el «fin de las acciones armadas ofensivas» ha sido también un intento de ganar tiempo en ese debate entre sus postulados, defendidos por Ekin, y una izquierda abertzale que pide una tregua «verificable internacionalmente»; extremo que la banda no concede ni contempla en su mensaje.
Un elemento clave en la operación de la Guardia Civil ha sido un documento encontrado en poder del jefe de ETA Ibon Gogeaskoetxea, arrestado en Francia el 28 de febrero de 2010. En su casa guardaba un informe titulado 'Txinaurriak Gorria' (hormigas rojas) fechado en agosto de 2009 -cuando la banda acababa de asesinar a dos guardias civiles en Palma de Mallorca- en el que se recogía ya la necesidad de «realizar una serie de reflexiones para iniciar un proceso de cambios que transformen, compacten y refuercen a la izquierda abertzale (...) con el fin de mejorar su eficacia política». Según la interpretación de los analistas de la lucha antiterrorista, el objetivo era que Ekin, apoyado en la actividad de ETA, «retomase las riendas de la izquierda abertzale» y tuviese previsto cortar de raíz cualquier brote de disidencia. 'Txinaurriak Gorria' marcaba un calendario de trabajo que finalizaba en 2012.
Los nueve detenidos ayer tenían la encomienda de desarrollar esta estrategia, según fuentes de la lucha antiterrorista, que explican que la Guardia Civil y el CNI han trabajado en los dos últimos años en coordinación para vigilar los movimientos de Ekin. En ese tiempo, las fuerzas de seguridad han controlado más de cuarenta citas a las que han asistido los integrantes de este grupo.
Autobús de Valencia
La redada se inició de madrugada y en ella intervinieron trescientos agentes del instituto armado bajo la dirección del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska. Una de las personas clave de todo el operativo fue Eneko Compains, un joven de Pamplona que se encontraba de vacaciones en Valencia. El sospechoso subió a un autobús en la ciudad del Turia en la noche del lunes para regresar a la Navarra. Durante el trayecto fue seguido por un vehículo camuflado de la Guardia Civil que, a las 3.00 horas, adelantó al coche de línea y le ordenó que se detuviera en el arcén mediante la sirena y las luces de emergencia. Compains fue detenido en ese instante y trasladado a Pamplona para que estuviera presente en el registro de su domicilio, según la agencia Vasco Press.
A partir de ese momento se precipitó el resto de los arrestos. La Guardia Civil aprehendió a Ugaitz Elizaran Aguilar y Urko Asier Aierbe Sarasola en Guipúzcoa, mientras que en la localidad cántabra de Noja fue capturada Aniaiz Ariznabarreta Ibarlucea, que tiene su domicilio habitual en Eibar, pero pasaba allí unos días de vacaciones. También fue trasladada a Guipúzcoa para estar presente en el registro de tres viviendas. En Vitoria se produjo la detención de Egoitz Garmendia Vera y, en Vizcaya, los agentes arrestaron a Sandra Barrenetxea Díez y Erika Bilbao Bárcena. En total, la Guardia Civil efectuó 28 registros de domicilios y locales, entre ellos dos herriko tabernas y un gaztetxe.
Varios arrestados tienen vinculaciones familiares con miembros de ETA o de los 'grupos Y'. Ugaitz Elizaran es hermano de Aitor Elizaran, considerado uno de los jefes políticos de la banda, que fue capturado en octubre de 2009 en Francia. En aquella ocasión, la Policía encontró en su poder elementos del atrezzo que ETA utiliza en sus vídeos -como el que sirvió para anunciar su parón, la semana pasada-, lo que llevó a las fuerzas de seguridad a sospechar que en su momento fue uno de los portavoces de la organización terrorista.
Eneko Compains, a su vez, es hermano de Mikel y Joseba Compains Silva, trillizos nacidos en Pamplona el 12 de abril de 1981. Estos dos últimos fueron detenidos el 8 de octubre de 1997 en la capital navarra como presuntos integrantes de un 'grupo Y'. Dos años más tarde volvieron a ser aprehendidos por su presunta relación con actos de violencia callejera, aunque tres días más tarde quedaron en libertad tras haber pagado una fianza, cada uno de ellos, de 500.000 pesetas.
Por su parte, Erika Bilbao fue absuelta en noviembre del año pasado de integrar la red de distribución de 'zutabes', la revista interna de ETA. En el juicio, cinco personas fueron condenadas a un lustro de prisión por colaboración con banda armada, tanto por repartir los documentos como por vender bonos de ETA.
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