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ADOLFO LORENTE
Lunes, 26 de julio 2010, 17:39
El emplazamiento realizado por el presidente del Euzkadi buru batzar (EBB), Iñigo Urkullu, a los destacados dirigentes del PNV alavés imputados por casos de presunta corrupción y espionaje para que entreguen el carné del partido hasta la finalización de las diligencias judiciales parece haber caído en saco roto. Fuentes de toda solvencia consultadas por EL CORREO desvelaron que encausados como el ex diputado Alfredo de Miguel y el ex burukide Aitor Tellería rechazan por ahora darse de baja. Consideran que hacerlo en este momento supondría admitir 'de facto' su culpabilidad ante la opinión pública.
Parapetados en el silencio desde su detención y posterior puesta en libertad sin fianza pero con cargos el pasado 17 de marzo, los imputados han mantenido diferentes contactos con representantes del EBB para intentar gestionar una crisis que amenaza con prolongarse 'sine die' a raíz del cariz que está tomando la investigación judicial. La discreción saltó por los aires el pasado viernes, cuando Urkullu reconoció que había esperado sin éxito una respuesta satisfactoria por parte de sus compañeros de filas involucrados en los escándalos. El líder de los jeltzales les había «invitado a reflexionar» sobre su delicada situación con el siguiente argumento: «si manteniéndose los procesos judiciales que existen y manteniendo su vinculación con el PNV estaban o no causando una imagen lesiva al partido».
Al no recibir una respuesta sobre una eventual salida cautelar del partido hasta que el juez se pronuncie, Urkullu alzó la voz el viernes con un aviso a navegantes: «tengo que decir públicamente que después de lo que hemos dicho en varias ocasiones en cuanto a la transparencia, limpieza y valores que han de guiar la actuación de cualquier militante del PNV, que no actuar con esa transparencia significa situarse fuera del PNV».
Lo hizo horas después de que este periódico desvelara que en la lista de supuestas personas espiadas encontrada en el ordenador de Tellería habría datos sensibles de carácter personal de dos destacados miembros del partido en Vizcaya. El EBB, además, recurrió a medios afines para desvelar que el pasado día 15, en Vitoria, una delegación de la ejecutiva se había citado con los imputados para pedirles que devolvieran el carné.
Hasta el fin de la instrucción
Las fuentes consultadas por EL CORREO confirmaron la existencia de la reunión, pero negaron de forma tajante que se les exigiera dejar la militancia. Sí se habló, apostillan, de trazar una estrategia común para evitar a menos de un año de las elecciones forales y municipales que la imagen del partido quede dañada «por la persecución mediática» que, a su juicio, están sufriendo. Pero el paso dado ahora por Urkullu, intentando afianzar el dique de contención frente a los escándalos, ha descolocado a más de uno.
El malestar entre los imputados es notorio, explican fuentes jeltzales. Primero, porque durante todos estos meses Iñigo Urkullu no ha hablado personalmente con los encausados; sólo lo ha hecho a través de emisarios. Y segundo, porque todas esas conversaciones sobre la búsqueda de una estrategia conjunta parecen no haber servido para nada.
Respecto a la posibilidad de que entreguen el carné del partido, parece estar descartada casi por completo, al menos de momento. La idea generalizada entre los imputados, matizan estas fuentes, es esperar a que el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria, Roberto Ramos, termine de instruir ambos sumarios -el de supuesta corrupción en el parque tecnológico de Miñano y el ahora conocido como 'caso Tellería' sobre presuntos espionajes en el que también están implicados dos ertzainas-.
Por tanto, parecen no haber hecho mella los mensajes lanzados también por el diputado general de Álava, Xabier Agirre, que desde el minuto uno de las detenciones ha cortado de raíz cualquier vinculación de la Diputación con estos casos bajo la premisa de «tolerancia cero» y de «quien la hace, que la pague». «No me gustaría estar en el mismo partido que una persona que espía a otra», sentenció el miércoles.
La resistencia de los imputados a entregar el carné ha dejado de alguna manera en entredicho los pronósticos del líder del PNV en Álava, Iñaki Gerenabarrena, quien el sábado anunció que los presuntos implicados estaban «barajando con firmeza» darse de baja del partido.
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