

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
AGENCIAS
Lunes, 19 de julio 2010, 10:32
Un buen número de notables y autoridades de la provincia afgana de Badghis recibieron ayer con una tradicional 'jirga' -ceremonia festiva- al ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos. Fue su manera de agradecer la ayuda militar y civil que España viene prestando a esta zona del oeste de Afganistán.
Después de visitar a las tropas de la base de Qala i Naw, Moratinos fue invitado por el gobernador de Badghis, Delban Jan Arman, a participar en la tradicional asamblea afgana que agrupa a los dirigentes tribales, religiosos y políticos. Con este gesto inédito -no es habitual que una autoridad extranjera asista a este rito ancestral- Arman quiso expresar el agradecimiento por la aportación española en los últimos cinco años: 130 millones de euros para asfaltar carreteras, construir escuelas y tender redes de saneamiento, regadíos y agua potable. «Los logros no hubieran sido posible sin su ayuda. Tienen todo el apoyo de la población. Creemos en vuestras promesas», le dijo a Moratinos el representante del presidente afgano en esta provincia, una de las más pobres y remotas del país.
La 'jirga' se celebró en el patio del centro multiusos de la localidad inaugurado para la ocasión. En medio de un sofocante calor, que intentaron mitigar con varios ventiladores, más de 200 líderes locales aguardaron la llegada del ministro, que lucía un chaleco de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo. Tras los cánticos de bienvenida de un grupo de niños, comenzó el acto con el rezo de una oración.
El gobernador, una vez concluido su discurso, obsequió a Moratinos con un 'longui' plateado -el turbante de gala- y un 'chapan' marrón -el manto de mando-, que el ministro no dudó en enfundarse en señal de cortesía. «Es un acto muy emotivo», confesó Moratinos, orgulloso de los avances logrados entre militares, cooperantes y los propios ciudadanos badghasíes, que son «una misma familia», describió. Ante un atril con la foto de Karzai y flanqueado por las banderas española y afgana, Moratinos reiteró el compromiso del Gobierno con la reconstrucción del país.
«España no tiene ninguna agenda oculta en Afganistán. Sólo queremos ayudarles para que recuperen su propia dignidad y su futuro», aseguró el ministro entre aplausos. Ante la atenta mirada de los presentes, Moratinos se mostró convencido de que «juntos» se puede derrotar a los insurgentes y avanzar en la estrategia de «afganización», cuya meta es ceder paulatinamente del control del país a las autoridades locales.
1.300 soldados
España ha triplicado en cinco años su presencia militar en Afganistán hasta llegar a 1.300 soldados, distribuidos, sobre todo, entre Qala e Naw y la base de Herat, también en Badghis. El gobernador de esta provincia manifestó que España es un «país amigo y hermano» y le felicitó por su triunfo en el Mundial.
Tras la 'jirga', Moratinos -aún ataviado con 'longui' y 'chapan', visitó varios proyectos de cooperación española en Qala e Naw y almorzó con los soldados en la base Ruy González de Clavijo, estrenada la semana pasada por la ministra de Defensa, Carme Chacón. Después, viajó a Kabul para reunirse con el presidente Karzai y el comandante de las tropas de EEUU y la OTAN, David Petraeus.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.