

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
MARÍA JOSÉ TOMÉ m.j.tome@diario-elcorreo.com
Viernes, 18 de junio 2010, 11:31
Mientras prosiguen las investigaciones abiertas por la Fiscalía, el Parlamento de Vitoria y el Tribunal Vasco de Cuentas sobre la existencia de una trama de contrataciones irregulares en Osakidetza, el hospital de Cruces ha tomado ya sus propias medidas disciplinarias y ha expulsado de su plantilla durante un periodo de seis años a su presunto responsable, José Carlos Margüello, el ex jefe de la Unidad de Calidad. La dirección del centro sanitario le ha suspendido de funciones por incurrir en una «falta disciplinaria muy grave» al compaginar su cargo público con su participación en una serie de empresas con las que el anterior equipo de Sanidad, dirigido por Gabriel Inclán, concertó servicios por importes millonarios. Cruces cree probado que Margüello se lucró con esta actividad al obtener un «beneficio directo» con sus negocios paralelos.
La resolución, dada a conocer ayer, se basa en los hechos probados tanto por la investigación llevada a cabo por la consejería de Rafael Bengoa como por el expediente abierto en el propio centro. En primer lugar, el hospital de Barakaldo acusa a Margüello de «incumplir las normas sobre incompatibilidades» al ejercer la jefatura de Calidad y participar al mismo tiempo en Medical Dom, Gestión de Servicios Sanitarios XXI y la U.T.E. que formaba esta última empresa con Rehabilidom y la Clínica Indautxu. Precisamente, el Tribunal Vasco de Cuentas desveló en su informe preliminar que el anterior equipo de Sanidad pagó a estas compañías unos «sobrecostes millonarios y no justificados», que llegaban hasta el 20%. Unas tarifas que, según el órgano fiscalizador, permitieron engordar los ingresos de las firmas vinculadas a Margüello en unos 300.000 euros.
Además, los responsables de Cruces le imputan haber incurrido en «ausencias injustificadas y no autorizadas» a su puesto de trabajo como jefe de la Unidad de Calidad, cuya misión es «implantar herramientas que dinamicen el avance de la organización hacia la excelencia». Margüello, según los actuales responsables sanitarios, no tenía tiempo para todo: fruto de la «incompatibilidad horaria» entre las actividades del ámbito público y del privado solía ausentarse frecuentemente de su despacho en el centro sanitario, aseguran.
Por último, la dirección considera que la «intencionalidad de la conducta» y su «carácter continuado» actúan como agravantes, al igual que el hecho de que su «segunda actividad» se realizara para empresas con las que el Departamento de Sanidad concertaba servicios. «Merced a sus gestiones (Margüello) obtuvo un beneficio directo y generó situaciones de conflicto de intereses», concluye.
Ante estos hechos, Cruces ha aplicado la sanción por falta muy grave recogida en el Estatuto Básico del Empleado Público. La dirección del hospital no ha optado, sin embargo, por el castigo máximo: la 'separación definitiva del servicio'; es decir, el despido. Por tanto, no podrá trabajar durante seis años ni en ese centro sanitario ni en ninguna Administración pública, pero tras este periodo podrá incorporarse a su puesto.
Recurrirá la sanción
José Carlos Margüello volvió a defender ayer su inocencia y anunció su intención de interponer un recurso de alzada contra su suspensión ante el director general de Osakidetza. « Todas sus acusaciones son mentira, es una versión que entra dentro del guión que han montado», aseguró a este periódico.
El ex jefe de Calidad está decidido a llegar «hasta la última instancia judicial» para defender sus derechos. Así, emprenderá acciones judiciales «frente a quienes han dado a conocer esta información -en referencia a su suspensión de funciones- por afectar a datos estrictamente personales».
En su defensa, volvió a insistir en que no ha incumplido las normas sobre incompatibilidades puesto que solo estaba en posesión de «participaciones minoritarias» en empresas sanitarias privadas. Y recordó, en este sentido, que en 1992 dejó de cobrar un complemento específico por realizar «esa actividad privada», al igual que hacen «una gran parte de médicos que trabajan en Osakidetza». Respecto a sus faltas al trabajo, sostiene que utilizó los días de libre disposición para las reuniones relativas a su actividad privada. «No se puede probar la incompatibilidad horaria que esgrimen puesto que en Cruces no hay un sistema de control presencial», recuerda.
Margüello fue cesado como jefe de Calidad de Cruces al poco de destaparse la existencia de una trama de adjudicaciones irregulares de contratos entre los años 1997 y 2008, cuando el departamento estaba en manos de Gabriel Inclán. Había llegado al cargo en 1991, momento en que el ex consejero era director médico del hospital vizcaíno. Tras su cese, tenía previsto volver a finales de junio del año pasado a su puesto de médico especialista en Urgencias, pero nunca llegó a incorporarse: desde entonces, permanece de baja por enfermedad.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las olimpiadas de la FP cántabra
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.