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JAVIER MUÑOZ
Viernes, 18 de junio 2010, 11:58
El servicio jurídico Heldu, creado por el Gobierno vasco en 2002 para ayudar a los extranjeros a regularizarse, será suprimido el próximo 15 de julio, en cuanto expire el contrato con la sociedad que lo gestionaba (Proyectos Jurídicos S.L.). Con el cierre de ese organismo, que el actual Departamento de Empleo y Asuntos Sociales había considerado «una pieza clave» de su política, la Administración autónoma espera ahorrar casi un millón de euros, tras haber aplicado ya un tijeretazo del 30% al presupuesto de Inmigración para 2010.
La medida fue confirmada esta semana por la consejería de Gemma Zabaleta, que comparecerá hoy en el Parlamento vasco, a petición de Ezker Batua, para ofrecer detalles. Los abogados y asociaciones humanitarias que prestan ayuda a los 'sin papeles' no han disimulado su «sorpresa» y su profundo malestar por el recorte. Cáritas y Sos Racismo se preguntaron ayer qué pasará con las personas a las que Heldu está ayudando. Consideran una «contradicción» y un signo «preocupante» que, en pleno desarrollo de la Ley de Servicios Sociales, el Ejecutivo vasco «se desentienda del acompañamiento a los inmigrantes» y, más aún, de su regularización. «Una vez más -concluyeron- las restricciones de fondos públicos golpean a los sectores más vulnerables».
Por su parte, los empleados de Heldu, una veintena de letrados y técnicos repartidos en las oficinas de Bilbao, Vitoria y San Sebastián, aseguraron que el departamento de Zabaleta no les ha informado sobre su futuro, a pesar de que habían solicitado una reunión por escrito para hablar de los rumores que circulaban sobre ellos. «Así nos pagan», resumió un trabajador. A día de ayer, el servicio jurídico ha atendido a unas 40.000 personas y tramitado 33.608 expedientes en los tres territorios, más la mitad en Vizcaya. Buena parte de los procedimientos todavía están abiertos.
Según ha explicado el Gobierno vasco, los extranjeros que en el futuro necesiten regularizar su situación tendrán que dirigirse a los ayuntamientos y desde allí les remitirán a las ONG del mundo de la inmigración. La consejería de Zabaleta, que está «reordenando» las subvenciones a los colectivos sociales, cree que son esas entidades, y no la Administración autónoma, las que deberían ocuparse de ese asunto. Así ocurría hasta que se creó Heldu, época en la que había censados 38.000 extranjeros en Euskadi (hoy suman 139.000).
El discurso del Departamento de Asuntos Sociales sobre ese organismo ha cambiado por completo en apenas un año. En junio de 2009, cuando Gemma Zabaleta acababa de tomar posesión de su cargo, un alto responsable de su consejería aseguró que Heldu era una «pieza clave», igual que la red de acogida de los ayuntamientos vascos. Hoy el departamento sostiene que es una entidad prescindible creada por el Gobierno tripartito. El Ejecutivo de Patxi López ha indicado que por lo mismo eliminó la Defensoría del Menor y traspasó sus funciones al Ararteko, institución que ha ampliado su organigrama con una Oficina de la Infancia y la Adolescencia.
Cuestión de estilo
La plantilla de Heldu ha manifestado públicamente su enfado, no por el cierre de sus oficinas en sí, cuyas funciones podrían recaer en el Servicio Vasco de Empleo (Lanbide), sino por el estilo que, a su modo de ver, ha exhibido el Gobierno de Patxi López. «Encima dicen que somos un 'chiringuito' del Ejecutivo anterior», se quejó un empleado. «¿Por qué no preguntan sobre nuestra labor a las subdelegaciones del Gobierno central, al Ministerio de Trabajo o a la Policía?», replicó.
Heldu fue creado en octubre de 2002, con la colaboración de los colegios de abogados, para impedir que los extranjeros recién llegados a Euskadi fuesen engañados por desaprensivos y corregir la dispersión y el voluntarismo en que se movían los grupos que les ayudaban, un escenario que las ONG temen que se reproduzca. Los trabajadores de Heldu, que intervinieron durante la regularización masiva de 2005, impulsada por el ministro Jesús Caldera, informan a los inmigrantes sobre cómo acceder a los servicios sociales y asesoran a los empresarios interesados en contratarles. También han dado cursillos a funcionarios locales, forales y de Lakua.
El ex director de Inmigración, Roberto Marro, que desempeñó ese cargo durante en el segundo Ejecutivo de Ibarretxe, recalcó ayer que el servicio de asesoramiento creado en el País Vasco recibió «elogios» de Consuelo Rumí, su homóloga en el Ejecutivo central. Marro agregó que Heldu recibió el respaldo del Parlamento vasco con los votos de los socialistas y del PP.
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