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Un grupo de jóvenes se protege de la lluvia durante un tramo del recorrido del Ibilaldia de ayer en Bermeo. :: REPORTAJE FOTOGRÁFICO IGNACIO PÉREZ Y MAIKA SALGERO
100.000 vascos se mojan por el euskera
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100.000 vascos se mojan por el euskera

La lluvia no impidió que la fiesta de las ikastolas vizcaínas, celebrada en Bermeo, fuera un éxito La jornada de apoyo al euskera también sirvió para homenajear a los arrantzales

IRATXE ASTUI

Lunes, 31 de mayo 2010, 11:00

Las predicciones meteorológicas anunciaban un tiempo estable y soleado para ayer, pero al final la jornada despertó en Bermeo entre brumas y un incómodo sirimiri que cayó de manera intermitente, sobre todo durante la primera parte del día. Sin embargo, ni la lluvia ni el viento consiguieron deslucir el Ibilaldia que acogió ayer la localidad costera. Alrededor de 100.000 euskaltzales llegados desde diferentes puntos de Euskadi desembarcaron en el puerto pesquero para 'hacer la ola' al euskera. Todos quisieron 'mojarse juntos' para apoyar a las ikastolas vizcaínas.

«Estamos celebrando la fiesta tal y como marca la letra de la canción de este año: 'Marigoran kikumbera, busti gaitezan batera' (En marea alta, zambullámonos en el agua sin tocar fondo, mojémonos juntos)», tarareaban optimistas los jóvenes de una cuadrilla de Markina, mientras se disponían a buscar en sus mochilas el chubasquero. «Nosotros celebramos esta fiesta todos los años, sea donde sea y contra viento y marea», bromeaban.

El circuito del Ibilaldia arrancó sobre las 10.00 horas desde las puertas de la ikastola Eleizalde tar Luis de Bermeo, promotora del evento de este año. Desde ese punto, una amatxu de Durango animaba también a sus dos hijos pequeños a seguir adelante. «Aurrera mutilak!, que para eso hemos sido prevenidos y hemos traído el paragüas plegable...», les arengaba. «Anoche hicimos parranda y ahora todo nos resulta muy duro. Yo desde luego agradezco que haya levantado este viento y que llueva», comentaba un adolescente, en pleno ejercicio de esfuerzo por subir la cuesta del barrio de Arene.

Una marea de gente inundó la marcha a lo largo de la mañana. El servicio especial de trenes no pudo absorber el incesante goteo de pasajeros que se agolpaba en los andenes con la intención de desplazarse hasta la localidad. «Hemos salido a primera hora de casa y no hemos conseguido llegar a Bermeo hasta el mediodía. Los trenes pasaban de largo y no paraban porque venían desde Bilbao con los vagones a tope de gente», se quejaban unas jóvenes de Amorebieta.

El trayecto del Ibilaldia, de seis kilómetros, discurría en su mayor parte por zonas rurales que permitían descubrir paisajes desconocidos del municipio arrantzale. «Hemos llegado hasta Agerre y la verdad es que nos han sorprendido las vistas tan bonitas que hay de la mar», destacó un matrimonio de Bilbao poco antes de alcanzar el 'Gune Izartu', una de las animadas cinco áreas de descanso.

«Nunca faltamos»

Andoni, Maite, Josu, Txeli, Nieves, Jokine, Pedro y Guillermo, matrimonios de amigos llegados desde Getxo y Trapagaran, aprovecharon el momento en el que caía más lluvia para reponer fuerzas y comer el bocadillo, bajo los soportales del polideportivo de Arene. «No faltamos a ningún Ibilaldia, lo que no hacen nuestros hijos. Nosotros ya estuvimos en el que se celebró hace 25 años en Bermeo. Esta fiesta cuesta mucho sacarla adelante, lo sabemos porque también nos ha tocado organizarla en nuestros pueblos», recordaban.

Uno de los momentos más emotivos fue el homenaje que rindió la ikastola Eleizalde de la localidad a las personas, organismos y proyectos ligados a la actividad pesquera y a la mar que defienden e impulsan la lengua y cultura vasca. La organización destacó, entre otros, la figura de la historiadora y geógrafa norteamericana Selma Huxley «por sus investigaciones sobre los balleneros vascos en Terranova», así como al Museo del Pescador de Bermeo junto con arrantzales y 'rederas'.

Los organizadores de esta 32 edición del Ibilaldia consideraron un «éxito» la jornada festiva, presidida en todo momento por 'Kikun', una mascota con forma de estrella de mar. «Estamos muy contentos porque se han cumplido todas nuestras expectativas», se congratulaban. «El dinero que hemos recaudado tanto durante la fiesta como el resto del año nos va a permitir sufragar en gran parte la ampliación de la ikastola», agradecieron.

Los euskaltzales deberán ahora emerger del fondo marino para subirse a la trainera de la ikastola Zubi Zahar, de Ondarroa, que ya ha iniciado los preparativos del Ibilaldia 2011, al grito de 'Boga!'.

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