

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
D. VALERA
Sábado, 8 de mayo 2010, 12:51
Carlos Sastre será la principal y casi única baza española para luchar por el Giro de Italia que arranca hoy con un prólogo en Amsterdam. El ciclista abulense tiene claro que la cantidad de montaña en la presente edición de la ronda transalpina le beneficia como escalador. Además, cuenta con la experiencia del tercer puesto del año pasado. Sin embargo, su estado físico es una incógnita. El ciclista del equipo Cervélo sólo ha competido ocho días en los últimos ocho meses: la Vuelta a Cataluña y la Lieja-Bastogne-Lieja. El escasísimo rodaje plantea un enorme interrogante sobre su rendimiento en una carrera de tres semanas. «Tengo dudas sobre mi estado físico desde que concluí la temporada el año pasado tras el Tour», asegura. Aprovechó ese tiempo ausente para estar con la familia, reflexionar y descansar.
Cuando Carlos Sastre concluyó en una decepcionante decimoséptima posición en la pasada ronda gala, estaba agotado «física y mentalmente». Había sumado su cuarta gran vuelta consecutiva. Encadenó el triunfo en los Campos Elíseos en 2008, el tercer puesto en la Vuelta a España y un cuarto puesto, luego tercero tras la descalificación por dopaje de Danilo Di Luca, en el Giro. Un esfuerzo que pagó. Además, a los kilómetros en la carretera se añadieron las reuniones y viajes para poner en funcionamiento el Cervélo, su actual equipo. Sastre era la cabeza visible del proyecto, el salvoconducto para poder competir en numerosas pruebas. «Tanto trasiego me pasó factura», explica quejoso. «Ahora ya está en marcha y sólo tengo en mi cabeza montar en bicicleta», dice como quitándose un peso de encima.
El Mortirolo
A sus 35 años afronta su vigésimosegunda gran vuelta como uno de los máximos candidatos a la victoria. Tendrá que pelear con rivales de la talla de Cadel Evans, actual campeón del Mundo, Ivan Basso o Bradley Wiggins. Pero la experiencia de Sastre puede resultar trascendental. Reconoce que su objetivo es el podio, pero sin descartar lograr alguna etapa, como ya hiciera el año pasado en dos ocasiones: Monte Petrano y Vesubio.
A su favor tiene una edición del Giro hecha para escaladores. El principal atractivo de esta edición es el ascenso al mítico Mortirolo, un puerto «tipo Angliru pero más largo» que Sastre ha subido en dos ocasiones. Con apenas ocho días de competición, el abulense confía en coger su mejor punto de forma justo al final del Giro, cuando llegan las etapas más duras y maratonianas. Las suyas. Ese es su objetivo. Vive al día.
Por eso, no aclara si participará en el próximo Tour. «Dependerá de cómo acabe el Giro», se limita a decir. Su veteranía le obliga a medir los esfuerzos. Aun así, es optimista. «En el Giro no están una serie de corredores que a día de hoy son mejores que yo, como Alberto Contador, Lance Armstrong o Andy Schleck», reconoció sin ambages. De ahí que se vea con opciones de luchar, como en 2009, por el podio o por algo más.
Junto a Sastre el ciclismo español presentará a Arroyo, un escalador que ya ha sido dos veces décimo en la general; a Lastras, un cazaetapas con mucha puntería; al guipuzcoano Iban Mayoz; al navarro Xabier Zandio; al veterano Íñigo Cuesta, y al escalador Dani Moreno. Una docena de corredores. Faltará Freire, al que una sinusitis ha impedido debutar en la 'corsa rosa' y pelearse con Greipel y Petacchi en las ajustadas llegadas al sprint del Giro. Así, todo quedará pendiente de Sastre, el maduro abulense que llega tan verde al prólogo de Amsterdam.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.