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Víctor Vigo se estrella contra Boldsen y Jernemyr durante el partido de ayer; el 6-0 defensivo del Barcelona acabó desquiciando al ataque del Naturhouse. :: ALFAQUI
Paso fugaz por la Copa
DEPORTES LA RIOJA

Paso fugaz por la Copa

El Naturhouse estuvo errático en ataque y perdió muchos balones ante un rival sólido que nunca se relajó

JUAN C. BERDONCES

Viernes, 19 de marzo 2010, 03:30

Ni siquiera un trago. Ha sido un sorbito. La Copa del Rey para el Naturhouse, que con tanto esfuerzo y trabajo se ganó durante la primera vuelta, en cuatro meses intensos, ya se ha terminado. Casi sin tiempo para disfrutar. Ya se sabía de la dificultad del compromiso contra el Barcelona, vigente campeón del torneo y único equipo capaz de hincarle el diente durante esta temporada a esa constelación de estrellas que es el Ciudad Real, que suma sus partidos por victorias. El conjunto de Xavi Pascual ha superado ya dos veces al cuadro manchego, en las finales de la Supercopa de España y la Copa Asobal.

El Naturhouse fue considerado por los jugadores azulgranas como un rival de categoría; el técnico, en los días previos, había anticipado que era «el que no me quería encontrar en la Copa». Pero se lo encontró y se lo merendó. En absoluto debe interpretarse como un fracaso. Al contrario. El premio ya es disputar la competición. Aunque los pupilos de Jota González casi no la disputasen.

Entre los errores propios y los aciertos ajenos, el 'torneo del K. O.' ha sido demasiado fugaz para el bloque riojano. Una pena. Por todo el trabajo anterior. Pero ha dejado bien a las claras que las dudas con las que llegaba al Naturhouse a Antequera siguen estando, esa «falta de chispa» está presente. El entrenador también acertó en la clave: el balance defensivo. «Tenemos que ser capaces de bajar a toda pastilla a defender», decía el miércoles, «y de estar acertados en ataque y no perder balones».

Ni una cosa ni la otra. El Barcelona, muy aplicado atrás con un rocoso 6-0 en el que Jernemyr, Nagy y Boldsen se empleaban a fondo en el centro, cobró rápidas ventajas con dos premisas: robar y correr. Aprovechar los fallos en ataque y las perdidas de balón del Naturhouse y salir disparados hacia la portería defendida por Aginagalde. Víctor Tomás y Noddesbo, con tres goles cada uno, remontaron el 1-2 inicial y colocaron en el marcador un 7-2 que comenzaba a ser preocupante y sintomático. Porque ese último tanto llegó con el cuadro azulgrana en inferioridad. Tres goles consecutivos de Guardiola, Juárez y Arrieta (7-5) devolvieron a a los franjivino el partido. El propio Arrieta tuvo el 7-6, pero su mano a mano con Saric se resolvió con el balón estrellado en la cruceta.

El Barcelona, martillo pilón

La respuesta fue inmediata. Otro parcial de 3-0 de los catalanes y Jota González se ve obligado a pedir tiempo muerto, a reclamar a sus jugadores «más continuidad». Pero no la hubo. El Naturhouse no tenía las ideas claras en ataque. Guardiola y Sorrentino no encontraban buenas posiciones de lanzamiento; el juego con el pivote sufría continuos 'cortocircuitos' por el buen trabajo de Jernemyr, Nagy y Boldsen; Tioumentsev y Vigo querían pero no podían en su misión de buscar al compañero mejor situado; y además, los penaltis volvían a suponer un lastre (Juárez y Arrieta fallaron dos seguidos).

Y enfrente el cuadro de Xavi Pascual se comportaba como un martillo pilón. Recuperación en defensa, ataque y gol. ¿Que sufría una exclusión? Daba igual. Recuperación en defensa, ataque y gol. Porque hasta en cuatro ocasiones jugó en superioridad numérica el equipo riojano durante el primer tiempo. No sirvió de nada. El 18-11 al descanso era contundente.

Con lo que del segundo tiempo poco se podía esperar. Poco nuevo. El Naturhouse lo intentó, porque si algo tiene el equipo es carácter, ganas de agradar a la afición -un buen puñado de seguidores riojanos se desplazaron hasta Antequera para respaldar a su equipo y contaron con el apoyo en las gradas del público local, dadas las buenas relaciones-. Pero esos intentos fueron baldíos. El primer gol de la segunda parte fue de Guardiola y esa desventaja de seis goles (18-12) fue el mejor resultado para los riojanos.

Y es que la tónica dominante fue el intercambio de goles y en esa situación sale beneficiado el que tiene ventaja, más aun si cabe cuando tiene jugadores más determinantes. Empezó a aparecer Iker Romero, también Albert Rocas e incluso Noddesbo, máximo realizador con ocho dianas. Aunque también Guardiola y Ales Silva reclamaron ese protagonismo, individual, en labores ofensivas.

En las filas riojanas, Jota González hacía continuos cambios buscando frescura en los suyos al tiempo que sorprender al Barcelona. Pero ayer no era el día. Pascual había aleccionado bien a sus pupilos. Quiere la Copa, un torneo que para el Naturhouse apenas ha tenido historia. Pero ha sido histórica.

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