El PNV sostiene que hay «zonas oscuras» en la muerte del etarra

La investigación abierta en Francia para aclarar las circunstancias que rodearon la muerte de Jon Anza ha generado suspicacias de todo tipo en las formaciones nacionalistas. En el PNV, tanto su presidente, Iñigo Urkullu, como el líder del BBB, Andoni Ortuzar, coincidieron al afirmar que «existen zonas oscuras» e instaron a las autoridades galas a «aclarar» lo ocurrido «lo antes posible». Urkullu, que se desplazó hasta San Juan de Luz para analizar los resultados de las regionales francesas, exigió a París que «esclarezca los fallos que hayan podido existir». Y es que, según advirtió Ortuzar, «mientras no se clarifiquen las zonas ocultas» en torno a la muerte del etarra, «habrá sombras de sospecha» que darán «pábulo a interpretaciones injustas» y tendrán «en zozobra a una familia».

Más contundente se mostró la portavoz de Aralar. Aintzane Ezenarro tildó de «poco creíble» la «versión oficial» y subrayó que «todavía hay muchas preguntas sin resolver». Tras remarcar que «este caso recuerda demasiado a otros que nunca fueron aclarados», censuró que no se permitiera la presencia de un forense de confianza de la familia del etarra en la autopsia. También Hamaikabat valoró como «inverosímiles» las informaciones dadas a conocer por Francia, al considerar que responden a una «concatenación masiva de negligencias» que pone en cuestión «la confianza institucional».

Frente a estas dudas, la portavoz del Gobierno vasco reiteró su «confianza plena» en la labor desempeñada por el país vecino y solicitó «respeto» para la Fiscalía y la Policía galas y «prudencia» para «evitar aumentar el dolor» de la familia de Anza. Idoia Mendia ofreció su respaldo a Alfredo Pérez Rubalcaba, quien anunció estar trabajando con la Abogacía del Estado para llevar a los tribunales a los que han «calumniado e injuriado» a las FSE al acusarles de «torturar o enterrar» al etarra.