Borrar
Urgente Dos bomberos muertos y otros 15 intoxicados en un incendio en un garaje en Madrid
Euskadi sufre la psicosis del temporal
GENERAL

Euskadi sufre la psicosis del temporal

Las instituciones activaron todas las alarmas y desplegaron un dispositivo sin precedentes El vendaval, que tuvo menos intensidad de la esperada, dejó sin luz a 51.000 vascos

CARMEN BARREIRO

Domingo, 28 de febrero 2010, 11:30

Euskadi se blindó ayer para hacer frente a un vendaval que barrió la cornisa cantábrica con menos intensidad de la esperada pese a la alarma que llevó a gran parte de la población a encerrarse en casa ante las recomendaciones de las autoridades en los últimos días. Las instituciones vascas activaron ayer todas las alarmas y desplegaron los sistemas de emergencia en una movilización sin precedentes para frenar las consecuencias de una ciclogénesis explosiva, cuyas previsiones anunciaban rachas de viento de hasta 150 kilómetros por hora en el momento de mayor intensidad. El ciclón dejó en Euskadi un reguero de incidentes como árboles caídos, tejados levantados, contenedores volcados, carreteras cortadas, coches aplastados, cancelación de vuelos...

«Estamos en el peor escenario que teníamos previsto, con ráfagas muy fuertes del suroeste que cambiarán a componente oeste a primera hora de la noche», mantenían los responsables del operativo. La sensación de calma vivida durante gran parte de la jornada de ayer, con temperaturas propias de un día primaveral, contrastaba con el nivel de alerta máxima decretada por las autoridades desde primera hora de la tarde.

La Mesa de Crisis, integrada por las principales instituciones vascas, no dejó «lugar a la improvisación». Planteó un operativo inédito hasta ahora en la comunidad autónoma para hacer frente a un fenómeno atmosférico de la categoría de una ciclogénesis explosiva, el segundo vendaval de estas características registrado en Euskadi en los últimos trece meses. Las rachas fueron «puntuales y muy fuertes», explicaron los expertos. Orduña superó la máxima prevista por los meteorólogos al alcanzar los 228 kilómetros por hora y los vecinos del barrio bilbaíno de Deusto soportaron ráfagas superiores a los 120 kilómetros a última hora de la tarde, según los datos facilitados por la Agencia Vasca de Meteorología (Euskalmet).

Autobuses y trenes

A las siete, los responsables del plan de emergencias dieron orden de que se cerrasen todos los centros comerciales para evitar incidentes a causa del viento. El de Ballonti (Portugalete) y Zubiarte (Bilbao) fueron desalojados ante la sorpresa de los clientes que a esa hora estaban realizando sus compras de fin de semana, mientras que otros como Max Center y Mega Park, en Barakaldo, y Boulevard y Gorbeia, en Vitoria, continuaron con su actividad pese a las recomendaciones de Interior.

Los responsables del operativo también extremaron las precauciones con el transporte público. Llegaron a plantearse suspender todo el servicio ferroviario y de autobuses, aunque finalmente sólo se vieron afectadas algunas líneas, como la que une las localidades de Deba y Mendaro. Los ayuntamientos de las tres capitales vascas mantuvieron operativo el servicio de transporte municipal pese a que en un principio también anunciaron que podría ser cancelado. Los seguidores de la Real Sociedad tuvieron que hacer noche en la muga al cerrarse las carreteras guipuzcoanas al tráfico de autobuses.

La alarma llegó a tal punto que varias patrullas de la Policía Municipal de Bilbao y de otros municipios de la comunidad recorrieron las calles desde las tres de la tarde alertando a los ciudadanos de que «abandonasen la calzada» y «se fuesen a sus casas» para evitar incidentes por las fuertes rachas de viento provocadas por la ciclogénesis explosiva.

Las primeras consecuencias del fenómeno meteorológico, que entró por el sur de la comunidad gallega procedente de la isla de Madeira, se dejaron notar en el territorio guipuzcoano pasadas las siete de la tarde. Las rachas de viento -que superaron ampliamente los 120 kilómetros por hora en el conjunto de la provincia- dejaron tras de sí un rosario de incidentes. El vendaval derribó árboles, vallas de obras, volcó contenedores y obligó a cortar varias carreteras en municipios del interior, la zona más castigada por el ciclón. El viento también derribó el tendido eléctrico de varias torres de alta tensión, lo que obligó a los bomberos «a actuar de inmediato para evitar que se desatasen incendios», según precisó la directora de Meteorología, Elena Moreno. En Guipúzcoa, más de 19.000 abonados de Iberdrola se quedaron sin suministro por las ráfagas que castigaron el territorio, mientras que en Vizcaya fueron 30.000 las familias que tuvieron que recurrir a la luz de las velas para poder iluminar sus casas. En Álava, la caída del tendido eléctrico sólo afectó a 2.000 abonados.

Cuando el ciclón aún no había descargado toda su fuerza, las rachas de viento ya se dejaban sentir con especial intensidad en el territorio vizcaíno, sobre todo en Las Encartaciones, donde los servicios de emergencias tuvieron que emplearse a fondo para atender los numerosos destrozos causados por el vendaval 'Xynthia'. En el barrio getxotarra de Romo, la caída de un árbol destrozó cuatro vehículos. Álava fue el territorio menos afectado por la ciclogénesis explosiva que azotó la cornisa cantábrica pese a que en la capital se llegaron a registrar rachas de viento de hasta 120 kilómetros por hora. El puerto de Bilbao también se reforzó para hacer frente al ciclón. Los armadores reforzaron las plantillas y el remolcador 'Alfonso de Chaves' permaneció en 'stand by', preparado para ayudar a cualquier mercante en apuros.

Las ráfagas de viento continuaron provocando distintos incidentes a lo largo de la noche. Sobre las 23.37 horas, en la localidad guipuzcoana de Soraluce, ocho personas que viajaban en tres vehículos resultaron heridas -una de ellas de gravedad- al resultar alcanzadas por un panel luminoso informativo que se desplomó a la carretera en el momento en que circulaban por la AP-1 hacia Eibar. La vía quedó cerrada al tráfico durante varias horas y la circulación fue desviada por la N-627 hacia Bergara.

Hacia las tres de la madrugada, Euskalmet emitió una nota en la que comunicaba que la borrasca se alejaba hacia el Norte y que las rachas de viento remitían sensiblemente su intensidad. Asimismo, se levantaba la Mesa de Crisis, reunida permanentemente desde primeras horas de la tarde, y se decidió desactivar, a partir de las 4.00 horas de hoy, las restricciones que se habían impuesto al transporte.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Euskadi sufre la psicosis del temporal