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JAVIER MUÑOZ
Miércoles, 24 de febrero 2010, 03:42
El consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, pidió ayer a las diputaciones forales que «reequilibren» las desgravaciones en el IRPF por la compra de pisos y que introduzcan incentivos fiscales para el alquiler y la rehabilitación de edificios y barrios, dos objetivos que el Gobierno vasco tratará de impulsar durante los próximos años buscando la colaboración de entidades y fondos de inversión privados. Arriola hizo ese llamamiento al clausurar en Vitoria las jornadas del Pacto Social por la Vivienda, un proceso de reflexión en el que han participado las instituciones, la patronal y los agentes sociales desde noviembre pasado, y en cuyo debate final se analizó ayer la necesidad de ampliar las deducciones al arrendamiento para el casero y el inquilino.
No es la primera vez que esas propuestas se ponen sobre el tapete. En 2006, el anterior consejero de Vivienda, Javier Madrazo, reclamó en vano a los gobiernos forales que redujeran las desgravaciones a la vivienda libre en propiedad y, por otro lado, que se limitara el endeudamiento financiero de las familias, ya que a su modo de ver en ambos casos se estaba inflando la burbuja inmobiliaria. El actual dirigente de Ezker Batua también solicitó entonces un mejor trato fiscal para la edificación en régimen de alquiler y para la construcción de promociones protegidas en general. Algunas de esas ideas, reflejadas en el plan director de vivienda 2006-2009, fueron recuperadas ayer por Iñaki Arriola en plena crisis inmobiliaria y una vez que el Ejecutivo central ha anunciado que, a partir de 2011, se recortarán las desgravaciones a la compra de pisos en España.
«Complicidad» foral
No obstante, como la competencia del IRPF en Euskadi la tienen las diputaciones, y éstas todavía no han dicho qué harán, el actual titular de Vivienda aseguró ayer que quiere buscar la «complicidad» los responsables de Hacienda de los tres territorios históricos con un propósito: «convencerles» de que dejen de «primar» la compra de pisos, una política criticada por el Fondo Monetario Internacional y que permitió a los vascos desgravarse unos 425 millones de euros en 2006 por la adquisición de la primera residencia.
Arriola, del que se habla como futuro candidato socialista a la presidencia de la diputación guipuzcoana, quiere por un lado que las instituciones forales hagan más atractivos fiscalmente vivir en alquiler y, por otro, los proyectos para construir y explotar pisos en arrendamiento y para reformar casas, portales, edificios y barriadas enteras en el centro de los municipios.
Las instituciones forales no fueron las únicas a las que apeló el consejero de Vivienda en busca de cooperación. También ofreció ayuda «leal» a los ayuntamientos, «ya que ellos califican el suelo» y «son los que mejor conocen las necesidades de los ciudadanos».
El responsable de Vivienda subrayó que la idea de poner de acuerdo a las instituciones, las empresas y los consumidores no es un ejercicio retórico, sino un intento de buscar un diagnóstico común alejado de «cualquier demagogia». Reconoció que el reparto institucional de Euskadi -con Gobierno vasco, diputaciones y ayuntamientos- obliga a establecer mecanismos de coordinación y equilibrios. «El consenso es tener cintura y compartir opiniones, pero también medidas que nos permitan acertar», enfatizó.
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