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SERGIO CUESTA
Jueves, 18 de febrero 2010, 04:06
Meses después de conocerlo como rival, el Haukar mantiene su halo misterioso. Sigue siendo escasa la información que acompaña al club islandés, parapetado en un país lejano y tras un idioma extraño. Poco puede sacarse en claro de su web (www.haukar.is), aunque destaca su desarrollo en distintas especialidades deportivas: fútbol, baloncesto y balonmano, fundamentalmente. Aparenta ser un adversario joven, incómodo y opaco. «Estos eliminaron en segunda ronda al (Wisla) Plock, un equipo con figuras como el internacional danés Lars Moller Madsen y el ruso Alexey Peskov», advierte con desconfianza Jota González.
El pucelano sabe que la Copa EHF es «una competición extraña» en la que abundan las sorpresas. Sirvan de escarmiento la goleada encajada por el CAI en Eslovenia ante el Trimo Trebnje (35-26) y la derrota del Lemgo en casa ante el Benfica (27-30). «Es un caso opuesto al del Valladolid», por citar la última referencia. «No los conocemos apenas, pero esta competición también tiene ese encanto de preparar los partidos con poca información. Es otro mundo», explica el vallisoletano. «Puedes ver vídeos, pero la sensación de jugar contra ellos en pista lo cambia todo, aunque a ellos también les pasará».
El compendio de habilidades y debilidades arroja cuatro claves. Los islandeses conforman un equipo veloz, extraño, bajo y corto de efectivos. «Mueven rápido el balón y buscan mucho la conexión del pivote. Abundan los desmarques y defienden con 6-0 y 5-1, aunque arriesgan con mixtas en superioridades. No son grandes y utilizan mucho a su septeto titular, pero es difícil entrenar soluciones, porque existe incertidumbre sobre ellos», retrata Jota, dedicado estos días a corregir defectos ofensivos en el equipo riojano. «Lo que nos pasó frente al Valladolid fue muy duro, porque había mucha ilusión por sacar algo positivo. No estamos atacando bien últimamente», asume el entrenador.
Favoritismo local
El déficit puede ser trascendente, aunque el Haukar no alcanza la entidad del equipo castellano. Los seis partidos de octavos ya disputados desvelan cinco victorias locales, todas ellas con veintinueve o más goles en la cuenta del anfitrión. El Lemgo, que se quedó en veintisiete, perdió el factor cancha ante el Benfica. Las diferencias, en casi todos los casos, son holgadas. Naturhouse y Haukar, sin embargo, protagonizan una eliminatoria atípica a doble partido en el Palacio y definida en veinticuatro horas. «Somos conscientes de que son 120 minutos y que en el segundo partido habremos aprendido algo del primero. Jugar en casa nos debe ayudar. Debemos tener claro que cada posesión importa, porque no es lo mismo perder o ganar por mucho que por una diferencia pequeña», inculca.
Los islandeses han demostrado ser un visitante engañoso. Ante el Wisla Plock, segunda ronda de EHF, obtuvieron un muy buen resultado en la ida (30-28) para después rematar en casa: 29-21. Ante el PLER húngaro, en cambio, los nórdicos disputaron los dos choques en el Asvöllum. En el primer partido, remontaron en la segunda parte un 10-14 para finalizar en igualdad (26-26); mientras que en el segundo, ejerciendo de visitante tras sesenta minutos de igualdad y emoción, un gol decidió la clasificación: 21-22.
La plantilla nórdica ofrece más incógnitas. Sólo atendiendo a las cifras registradas por la EHF, sobresale el lateral izquierdo Sigurbergur Sveinsson, autor de treinta goles en las dos eliminatorias previas. El joven de Hafnarfjördur (Islandia) es el principal recurso ofensivo exterior del Haukar, por otra parte proclive a buscar posiciones de seis metros en sus pivotes. El más eficaz está siendo Petur Palson, con diez goles. Sin embargo, son los extremos Elias Mar Halldorsson (13) y Freyr Brynjarsson (14), además del lateral Björgvin Holmgeirsson (18), quienes aportan gol.
El grupo está compuesto íntegramente por islandeses, muchos de ellos con edades comprendidas entre los diecinueve y los veinticuatro años. A la experiencia continental acumulada por el Haukar en los últimos años, se contrapone la inmadurez de sus actuales jugadores. Esta circunstancia alerta aún más al Naturhouse, seguro de su experiencia individual y su profundidad de banquillo. No tanto del juego. La aplicación práctica en pista de unos y otros augura minutos de estudio mutuo y mucha incertidumbre.
Cuando los pupilos de Jota González despejen las incógnitas, la eliminatoria ofrecerá muchas más luces. Hasta que la expedición nórdica no tome tierra y se ejercite en el Palacio, sólo se pueden presuponer la altura, la intensidad y la velocidad de los islandeses. Serán sus principales argumentos para poner fin a la travesía europea de los de Logroño.
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