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JAVIER MUÑOZ
Sábado, 13 de febrero 2010, 03:31
La crisis inmobiliaria, y el descenso a la mitad de la producción de viviendas protegidas y pisos sociales durante 2009, se han dejado sentir en muchas zonas de Euskadi, aunque es la comarca del Gran Bilbao, donde residen alrededor de 800.000 habitantes, la que más ha acusado el desplome de la actividad. El pasado año sólo se iniciaron 126 viviendas públicas en esa comarca vizcaína, casi ocho veces menos que el ejercicio anterior y apenas el 3,9% de todos los inmuebles con calificación pública que se pusieron en marcha en toda la comunidad autónoma (3.190). Por el contrario, en Vitoria, con una población de unas 239.000 personas, se iniciaron 1.463 viviendas protegidas, lo que supone el 46% del total.
Las estadísticas, publicadas por el Observatorio Vasco de Vivienda, confirman que la distribución geográfica de las promociones protegidas no tiene visos de variar en el País Vasco, ni siquiera con el parón de la construcción. Vitoria sigue acaparando más o menos la mitad de todas las viviendas de protección oficial (VPO) que se edifican en el País Vasco desde 2005. Fue aquel año cuando la capital alavesa tomó el relevo al Gran Bilbao, que durante un tiempo, y con la excepción de 2003, había sido la comarca vasca donde más pisos públicos se ponían en marcha. Las tornas han cambiado hasta el punto de que en la capital vizcaína se empezaron a edificar en 2009 sólo cien pisos protegidos; es decir, catorce veces menos que en Vitoria.
De las quince 'áreas funcionales' en que se divide Euskadi, las de San Sebastián y su entorno, Llodio, Durango, Beasain-Zumarraga, Balmaseda-Zalla y Gernika-Markina no retrocedieron durante el pasado año en número de viviendas iniciadas. Sin embargo, en las seis zonas las cifras que se alcanzaron fueron en general bajas y muy alejadas de las de Vitoria. Los ejemplos más claros son Llodio, que sumó 40 pisos de calificación pública (ninguno en 2008), así como Gernika (110), Balmaseda (100) y Beasain (188). En Durango se contabilizaron 344, mientras que en Donostialdea fueron 486. Paradójicamente, Durango alcanzó en plena crisis las cifras de producción de vivienda protegida más altas desde 2000. Sin embargo, en la capital guipuzcoana la situación es diferente: con 251 pisos creció respecto a 2008, pero quedó muy lejos de 2007, año en que se iniciaron 877.
En el resto de Euskadi, el pulso de la VPO fue aún más bajo, no en balde 2009 fue el año con menor producción desde 2001. En el área de Zaratuz-Azpeitia se iniciaron doce viviendas, una cifra mínima si se compara con los dos ejercicios anteriores, en los que la comarca sumó 559 nuevos pisos de calificación pública. La situación fue parecida en el área de Tolosa, ya que, si bien el balance de 2008 arrojó 539 pisos, se desplomó hasta 57 un año después.
Renuncias
El declive de la VPO parece sembrar dudas sobre la posibilidad de que el mercado protegido se convierta en un refugio para el sector de la construcción, una idea que han barajado las administraciones. De hecho, la VPO ya no resulta tan fácil de vender como antes, puesto que cuatro de cada diez pisos de esas características, de los promovidos en 2009 por el Gobierno vasco a través de Visesa, no encontraron comprador al primer intento debido a las renuncias de personas que se habían beneficiado a través de Etxebide. Una parte de esas renuncias se debían a razones económicas.
Por otra parte, aunque las instituciones vascas quieren impulsar el alquiler público, y en Euskadi existen reservas de suelo para 32.000 viviendas protegidas, en 2009 sólo se iniciaron 91 pisos para al arrendamiento, frente a los 950 del ejercicio precedente.
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