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OLAYA SUÁREZ
Sábado, 31 de marzo 2007, 04:45
Las autoridades asturianas han retirado la custodia de un niño de Oviedo a sus abuelos, con los que vivía, porque a los diez años alcanzaba ya un peso de cien kilos. A pesar de que la noticia ha salido ahora a la luz, la Consejería de Vivienda y Bienestar Social del Principado atendió en mayo de 2006 las advertencias de instancias educativas y sanitarias, que venían alertando sobre el peligro que corría la salud del menor si no se intervenía rápidamente sobre sus desaconsejables pautas alimenticias.
La directora del Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia, Familia y Adolescencia, Gloria Fernández, explicó ayer que la decisión de retirar de forma cautelar la tutela a los abuelos «no ha sido estética, si no puramente médica y para garantizar la salud del pequeño, quien presentaba problemas motores y de cansancio». Fernández insistió en que «hubiésemos actuado igual en el caso de un niño con diabetes al que no se le da la medicación pautada y se pone en riesgo su salud».
El Principado de Asturias asumió en su día la tutela cautelar del menor tras recibir varias alertas por parte de los responsables del colegio en el que estudia el joven y después de que los abuelos, de quienes dependía su cuidado, no adoptasen las medidas oportunas para «garantizar su derecho a la salud».
Durante los últimos diez meses, el pequeño ha residido en un centro de acogida del Principado y continúa acudiendo a su centro escolar habitual en el barrio ovetense de La Argañosa. Además, mantiene contacto con sus abuelos, quienes cuentan con un régimen regulado de visitas.
«Se trata de una medida transitoria que no tiene por qué ser definitiva. El niño está siguiendo una dieta para recobrar la salud y los abuelos están siendo sometidos a un plan educativo por parte de los servicios sociales municipales para incidir en la buena alimentación, aunque por el momento no consideran que exista un problema», apuntó Gloria Fernández. Los abuelos cuentan con la tutela del niño -ahora provisionalmente en manos de los servicios sociales del Principado-, y la de su hermano, de 17 años, después de que falleciese su madre hace varios años.
«Actitudes negligentes»
Desde su internamiento en el centro de acogida, el niño ha perdido 20 kilos de peso. «Está bien, pero no recibirá el alta hasta que se encuentre en un estado de salud óptimo», apuntó la directora del Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia, Familia y Adolescencia. La representante de los Servicios Sociales del Principado explicó que «el pequeño padece una obesidad exógena, causada por la mala y excesiva alimentación; no se trata de un problema endocrino».
Fernández afirmó que «antes de determinar el alejamiento del pequeño del hogar familiar se buscaron otras vías menos drásticas y se estableció un programa de intervención técnica de apoyo a la familia, pero no fue cumplido por los abuelos del niño, que continuaron con actitudes negligentes».
El Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia, Familia y Adolescencia pretende que el menor regrese con sus abuelos una vez esté totalmente recuperado, aunque, para ello, «sus tutores deberán de presentar un comportamiento adecuado para no volver a infringir el derecho a la salud del menor».
La primera intervención de la Consejería de Vivienda y Bienestar Social se remonta al verano de 2005 y se inició a raíz de un informe elaborado en el centro escolar en el que estudia el niño. Los servicios sociales del Ayuntamiento de Oviedo contaban ya con un seguimiento del joven al encontrarse en régimen de acogimiento por parte de sus familiares.
Durante un año, tanto los abuelos como el joven se sometieron a un programa educacional para intentar concienciarlos sobre el problema de salud generado por un sobrepeso excesivo que le ocasionaba importantes trastornos de salud. En mayo de 2006, y después de que el asesoramiento personal no diese sus frutos, el Instituto de Atención Social a la Infancia, Familia y Adolescencia intervino y decretó la retirada de la patria potestad de los abuelos en contra de su voluntad. Gloria Fernández reconoció ayer que «es complicado para un niño de esa edad separarse de su entorno familiar, aunque su estado de salud está mejorando».
Este es el primer caso en el que el Principado retira de forma cautelar o definitiva la patria potestad de un menor por una alimentación excesiva y defectuosa.
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