La esperanza de vida de los enfermos mentales es 20 años inferior a la media

Los enfermos mentales, especialmente los que padecen esquizofrenia, viven un 20%menos que el resto de los mortales. En España, los varones con patología psiquiátrica fallecen a los 57 ó 58 años, mientras que las mujeres apenas llegan a los 62, en el mejor de los casos hasta los 65. Así lo pone de manifiesto un estudio europeo dado a conocer en el transcurso de un curso de actualización de Psiquiatría que se celebra desde ayer en el Palacio Europa de Vitoria. Por encima de las cifras, lo que preocupa de verdad a los especialistas es, sin embargo, otra cosa: la muerte temprana de sus pacientes no se debe a la enfermedad mental que padecen, sino a otras patologías de tipo físico que nunca han sido tratadas con la importancia que se merecen.

La esperanza de vida de las personas que padecen esquizofrenia se recorta, fundamentalmente, como consecuencia de problemas metabólicos, complicaciones respiratorias y enfermedades cardiovasculares como infartos de miocardio y derrames cerebrales. Las causas que provocan todas estas situaciones de riesgo son variadas, según explicaron ayer los especialistas Miguel Gutiérrez, catedrático de Psiquiatría y director del curso; Miquel Bernardo, director del programa de Psiquiatría del hospital clínico de Barcelona, y José Giner, catedrático de psiquiatría de Sevilla. El tabaquismo, muy extendido entre la población afectada, y la falta de ejercicio contribuyen a ese adelanto de la muerte, pero no son los únicos desencadenantes.

Los fármacos que se utilizan en Psiquiatría, cada vez más potentes y eficaces, resultan ser muy efectivos para el abordaje de la enfermedad mental, pero excesivamente dañinos con el resto del organismo. Evitan el desarrollo de la esquizofrenia, la contienen, incluso permiten mejorar la salud mental del paciente, pero a cambio castigan su hígado o estrechan sus arterias.

Cambios radicales

Por este motivo, los expertos reunidos en Vitoria aprovecharon ayer el encuentro para hacer un llamamiento a la industria farmacéutica. Le pidieron que desarrolle medicamentos tan eficaces como los que se expenden en la actualidad, pero menos dañinos. El objetivo que se busca, según dijeron, es posible y podrá lograrse previsiblemente antes de una década. «De hecho, ya han comenzado a aparecer en el mercado los primeros de esta nueva generación de fármacos», adelantó Miguel Gutiérrez, responsable del servicio de Psiquiatría del hospital de Cruces.

El llamamiento hecho ayer en Vitoria por los psiquiatras resulta muy nuevo, aunque aparentemente, de puro obvio, pueda no parecerlo tanto. El tratamiento de la enfermedad mental, según explicaron, «ha cambiado de manera radical en los últimos cuarenta años». En ese tiempo, el paciente esquizofrénico ha pasado de vivir recluido en un centro de aquellos que se llamaron manicomios a recibir una atención más humana, con un trato más personal y enriquecida por un mayor conocimiento sobre los diferentes aspectos de la enfermedad y los síntomas psicóticos.

Tradicionalmente, a lo largo de la historia, los médicos han tratado a estos enfermos como si fueran personas que sólo padecieran enfermedades mentales, como si el paciente con esquizofrenia no pudiera sufrir también una diabetes. Las mejoras en el tratamiento psiquiátrico han puesto de manifiesto las carencias en el terreno de la salud física.